La estrategia que impulsan algunos sectores es evitar la dispersión del voto contrario a la extrema derecha y bajar las candidaturas que no le fueron bien.
El domingo pasado la fuerza de extrema derecha RN ganó la primera vuelta con el 33 % de los votos y encendió la alarma de las fuerzas políticas del centro a la izquierda. Detrás quedó la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) con el 28,1 %. En tercer lugar, muy lejos, quedó el partido del presidente Macron, Renacimiento, con 20,7 %.
Macron llamó a conformar una «amplia alianza» contra la extrema derecha en Francia
Tras la contundente victoria de RN en los comicios europeos en Francia del 9 de junio, Macron, cuyo mandato termina en 2027, decidió adelantar las elecciones legislativas para el 30 de junio pasado, en un intento por amortiguar la tendencia a favor de la extrema derecha.
«Frente a RN, ha llegado el momento de una amplia alianza, claramente demócrata y republicana, para la segunda vuelta», aseguró Macron en una declaración escrita, destacando que la «alta participación» en los comicios atestigua de un «deseo de aclarar la situación política».
El comunicado del oficialismo francés llamó a los candidatos que finalizaron en tercer lugar a dejar de lado sus aspiraciones y abandonar la competencia electoral “en favor de candidatos [de otros partidos] que estén en condiciones de derrotar a AN y con los que compartamos lo esencial: los valores de la República”.
El mensaje presidencial es un parteaguas con la agrupación de extrema derecha, pero también lo es para aquellos candidatos de Francia Insumisa, partido de izquierdas del Nuevo Frente Popular, a quienes no apoyarán. “El Nuevo Frente Popular está pagando su alianza con Francia Insumisa, un partido conocido por provocaciones antirrepublicanas”, dice el comunicado.
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