El gobierno francés constató que hay signos de una inflexión en la curva de contagios gracias al confinamiento en vigor desde el 30 de octubre, pero en cualquier caso no considera que sea el momento de bajar la presión.
En una entrevista publicada este lunes en varios diarios regionales del grupo Ebra como Le Républicain lorrain, el ministro francés de Sanidad, Olivier Véran, explicó que “gracias al confinamiento, como en marzo el virus comienza a circular menos” y “todo induce a pensar que hemos pasado un pico epidémico”.
Aunque el ministro consideró que se está tomando “el control sobre la epidemia” y eso “es una buena noticia”, aunque, advirtió, “es demasiado pronto para cantar victoria y relajar nuestros esfuerzos”.
El ritmo de contagios diarios de covid en Francia, que había llegado a un récord de más de 60.000 hace apenas una semana, ha descendido de forma significativa y este domingo se notificaron 27.228 casos, después de los 32.095 del sábado.
Otro indicador que va en la misma línea es el del porcentaje de positivos, que el domingo bajó al 16,9 %, cuatro décimas menos que la víspera, y lejos ya de las tasas superiores al 20 % de comienzos de noviembre.
En cuanto al número de muertes por coronavirus, se comunicaron 302 este domingo (359 el sábado), con lo que la suma total desde que empezaron los registros a comienzos de marzo es de 44.548 fallecidos.
Por otra parte, hay 33.050 pacientes hospitalizados en el país por coronavirus, un récord absoluto desde que comenzó la pandemia, superior incluso a los 32.292 de los que se informó en el mes de abril.
En cuanto a los que están en las unidades de cuidados intensivos, su número ha aumentado hasta 4.896. En ese caso, la cifra está por ahora netamente por debajo del techo de 7.148 alcanzado en abril.
“En las tres últimas semanas hemos observado una desaceleración gradual y lineal de la epidemia y esto debería continuar si las medidas que se han tomado siguen siendo las mismas”, ha explicado el jefe de la unidad de cuidados intensivos de la clínica Ambroise-Paré de Neuill del Sena, Pierre Souara, en declaraciones a la televisión BFM.
El confinamiento domiciliario debe durar por lo menos hasta el 1 de diciembre y el Gobierno ya ha advertido de que la posible relajación del dispositivo será muy gradual. Los bares y restaurantes, por ejemplo, no podrán reabrir entonces.
EFE y Europa Press/Infobae