Un «soldado de Estado Islámico » mantuvo tomó de rehenes por más de tres horas a varias personas en un supermercado cerca de la ciudad francesa de Carcassonne, mató a tres de ellos y luego fue abatido por las fuerzas de seguridad.
Una vez terminado el secuestro, el ministro del Interior francés, Gérard Collomb, confirmó que tres rehenes murieron durante el ataque y cinco resultaron heridos. Además, un teniente coronel de la Gendarmería que «se ofreció para intercambiar su lugar con un rehén» está grave. «Su heroísmo y coraje merecen nuestro respeto», tuiteó más tarde el funcionario.
El funcionario identificó al agresor como Redouane Lakdim, un ciudadano marroquí de 26 años que actuó en solitario y que tenía antecedentes por delitos menores y venta de drogas. «Lo habíamos evaluado y consideramos que no estaba radicalizado», dijo. Añadió que el reclamo del secuestrador era que se pusiera en libertad al único agresor sobreviviente de los ataques del 13 de noviembre de 2015 en París, que dejaron 130 muertos.
Por su parte, Estado Islámico (EI) reivindicó el ataque a través de su agencia de noticias, Amaq, al calificar al secuestrador como un «soldado» de su organización que «llevó adelante el ataque en respuesta a los llamados a atacar los países de la coalición» internacional que busca derrotar al grupo jihadista, cuyo poder militar y territorial se vio fuertemente golpeado en los últimos meses.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron , dijo desde Bruselas -donde participa de una cumbre de la Unión Europea- que «todo indica que se trata de un ataque terrorista».
«Quiero reiterar a los habitantes de Trébes la completa movilización de los servicios del Estado y en particular de las fuerzas del orden», agregó.
El de hoy es el primer acto terrorista islamista desde que Macron asumió la presidencia de Francia en mayo pasado. El ataque plantea un nuevo reto a su gobierno, acosado porhuelgas y críticas a sus reformas económicas.
De pie junto al presidente francés, la canciller alemana Angela Merkel expresó su solidaridad con los afectados. «Tratándose de amenazas terroristas, estamos con Francia», dijo.
El ataque
El comienzo del ataque se produjo esta mañana a las 10.30 (6.30 en la Argentina) cuando «cuatro policías terminaban su footing y volvían al destacamento CRS 57 de Carcassonne. Seguidos por un automóvil, el conductor les disparó cinco veces. «Uno de nuestros colegas fue herido en el hombro», informó el sindicato UNSA de la Policía. El oficial está fuera de peligro.
Más tarde, el agresor se dirigió hacia el supermercado Super U de Trébes, adonde ingresó hacia las 11.15 (7.15 en la Argentina) y «se escucharon disparos». Un testigo declaró que el joven gritó «Allahu Akbar» («Dios es grande», en árabe) al entrar en el local, precisó una fuente de seguridad.
En un enfrentamiento que duró varias horas, unidades especiales de la policía acudieron al lugar y las autoridades cerraron las vías vecinas al tránsito a la vez que exhortaron a la gente a mantenerse alejada. Las fuerzas de elite tomaron por asalto el local y mataron al agresor después de escuchar ruido de disparos en el interior alrededor de las 15 hora local.
El incidente se produjo en una zona habitualmente tranquila de Francia donde la principal atracción turística es la antigua ciudad de Carcassonne con sus murallas medievales y sus festivales de verano.
Antecedentes
La toma de rehenes se registró cuando Francia continúa en alerta tras una serie de atentados desde el ataque contra la sede del semanario satírico Charlie Hebdo en enero de 2015, que dejó 12 muertos.
La ola de atentados jihadistas dejó un total de 238 muertos y cientos de heridos en 2015 y 2016.
Las autoridades temen nuevos atentados a pesar del incremento de las medidas de seguridad instauradas por el gobierno, cuya señal más visible es el despliegue de 10.000 policías y militares en las calles, estaciones y lugares turísticos.
El grupo Estado Islámico, que ha perdido casi todo el terreno que conquistó en Irak y en Siria donde proclamó un califato en 2014, amenaza a menudo a Francia en represalia por su participación en la coalición militar internacional que lucha contra sus combatientes en ambos países.
El grupo llamó a atacar a los «infieles» en todas partes e intenta exportarse en Europa gracias a los jihadistas que regresaron de Siria con el objetivo de realizar ataques en suelo europeo.
El anterior ataque reivindicado en Francia por EI había tenido lugar en Marsella, el pasado 1 de octubre. Ese día, un tunecino de 29 años, Ahmed Hanachi, mató a dos jóvenes ante la estación Saint-Charles de la ciudad meridional al grito de «Allahu Akbar», antes de ser abatido por militares.
