«Como yo, tanta gente en todo el mundo está atravesando angustia y preocupación. Una vez más la paz de todos está amenazada por intereses de partes», advirtió el Papa desde el Aula Pablo Vi al terminar su tradicional encuentro semanal con fieles.
La de hoy fue la primera intervención de Jorge Bergoglio luego de que el lunes el presidente ruso Vladimir Putin reconociera la independencia de las dos provincias separatistas y rusoparlantes del este de Ucrania, Donetsk y Lugansk, en conflicto con Kiev desde 2014.
«Quiero apelar a los que tiene responsabilidades políticas para que hagan un serio examen de conciencia frente a Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra. El pade de todos no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos», agregó el Papa.
En ese marco, el pontífice elevó su rezo «para que todas las partes involucradas se abstengan de toda acción que provoque aún más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desacreditando el derecho internacional».
Así, de cara «a creyentes y no creyentes», el Papa convocó a «una jornada de ayuno por la paz» el próximo 2 de marzo.
«A la insensatez diabólica de la violencia se responde con la armas de Dios, la oración y el ayuno», llamó el Papa.
«Animo especialmente a los creyentes a dedicarse intensamente a la oración y al ayuno ese día. Que la Reina de la Paz preserve al mundo de la locura de la guerra», deseó el pontífice.
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