El papa Francisco instó hoy a los jóvenes a que no se pasen «todo el día al teléfono, ignorando el mundo», en un encuentro con estudiantes en la universidad de Notre Dame de Dacca, con el que el pontífice cierra su viaje a Bangladesh.
Ante unos 7.000 estudiantes, Francisco aseguró que «se siente rejuvenecer» cada vez que se encuentra con jóvenes, «siempre llenos de entusiasmo». «Los jóvenes están siempre listos para ir hacia adelante, hacer que todo suceda y arriesgar. Los animo a continuar con ese entusiasmo en las circunstancias buenas y malas», y sobre todo «cuando mirando alrededor, parece que Dios no aparece en el horizonte», dijo.
El viaje a Bangladesh cierra una gira que también incluyó la vecina Myanmar (ex Birmania) y que tuvo como eje inevitable el drama de los cientos de musulmanes rohingyas que han llegado al primer país desde agosto pasado huyendo una de operación militar del Ejército birmano.
El Sumo Pontífice insistió, como en muchos de sus discursos, en la necesidad de que la juventud escuche y respete a los ancianos para, entre otras cosas, «evitar repetir los errores del pasado». «Hablen con sus padres y abuelos, ¡no se pasen todo el día con el teléfono, ignorando el mundo que los rodea!», exclamó.
Les aconsejó «viajar en la vida» y «no vagar sin rumbo», y para ello los instó a dejarse guiar por Dios que es -explicó- «como si hubiese colocado dentro de nosotros un software, que nos ayuda a discernir su programa divino y a responderle con libertad», informó la agencia EFE.
Para encontrar el sendero justo, añadió Francisco, se necesita sabiduría, y para «recibir esta sabiduría debemos mirar el mundo, nuestra situación, nuestros problemas, todo, con los ojos de Dios». «Esta sabiduría nos ayuda a reconocer y a rechazar las falsas promesas de felicidad», señaló Francisco, que lamentó cuando los jóvenes se encierran en su mundo.
La Gaceta