La fuga del penal de Ezeiza del capo narco rosarino Lindor Alvarado fue frustrada el viernes en el marco de un operativo conjunto en varias provincias. El plan para ayudar a escapar a Alvarado llevaba más de seis meses e incluía un helicóptero, que había sido comprado en el extranjero “mediante complejas maniobras de lavado de activos”.
La aeronave -un Robinson 44- fue secuestrada gracias a información de inteligencia criminal obtenida por la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA, con la colaboración de las Direcciones de Seguridad y de Inteligencia Penitenciaria del SPF, y la PROCUNAR. Los narcos planeaban “extraer” con el helicóptero a Alvarado de la zona de recreo del penal pasadas las 14.30 para luego llevarlo a la localidad bonaerense de General Rodríguez.
Además de las detenciones y el secuestro del helicóptero, se allanaron diversos domicilios en varias provincias, se realizaron requisas en la cárcel federal de Ezeiza, allanamientos en un aeródromo privado, se secuestraron armas, automóviles, elementos tecnológicos y gran cantidad de dinero en efectivo.
Alvarado se encontraba alojado en el Complejo Penitenciario Federal 1, en la unidad residencial 3, pabellón “E”. Fue condenado en junio del año pasado por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de Rosario a 15 años de cárcel.
El capo criminal rival de la banda Los Monos fue acusado de ser el dueño de un cargamento de 493 kilos de marihuana que fue secuestrado el 24 de noviembre de 2017 en General Roca, provincia de Río Negro.
Previamente había sido condenado a perpetua en 2021 como responsable de la instigación del secuestro y crimen del prestamista informal Lucio Maldonado –cometido en noviembre de 2018–; también fue acusado de ser el planificador de balaceras contra el Centro de Justicia Penal, los Tribunales provinciales (diciembre de 2018) y el domicilio de una empleada de la Fiscalía que lo investigaba (enero de 2019).
En el operativo del viernes también fueron detenidos el piloto de helicóptero Andrés Alcides Donet en el Aeródromo Gualeguaychú, Entre Ríos, y Gianluca Orpianessi.
El intento de fuga ocurre en medio de la escalada de violencia narco en Rosario que movilizó al gobierno nacional a reforzar el envío de fuerzas federales. Esta semana el Ministerio de Seguridad decidió sumar 300 gendarmes y 100 efectivos de la Policía Federal, que progresivamente completarán la cifra de 1.400 nuevos agentes, que se suman a los 4.000 que ya están en la ciudad y que forman parte de distintas fuerzas.
Además del refuerzo de efectivos, el presidente Alberto Fernández anunció el envío de la Compañía de Ingenieros del Ejército, cuya labor principal será acelerar obras de urbanización en barrios marginales.
Fuente: infobae