Roberto García Moritán está en modo resistir. En la vida personal y en la pública, que en su caso se mezclan sin solución de continuidad. Virtualmente atrincherado, se niega a dar paso al costado de sus funciones como ministro de Desarrollo Económico de la ciudad, y enfrenta un vendaval mediático por el escandaloso divorcio con Carolina “Pampita” Ardohain, con acusaciones de infidelidad que lo llevaron a ser tema central en todos los programas de chimentos.
La situación se agravó a partir de la escandalosa separación con Pampita, con acusaciones de infidelidades y de problemas en la convivencia, que agrandaron aún más las deficiencias en su actividad como funcionario público. “Tendría que renunciar o, al menos, tomarse una licencia. Esta situación está empezando a impactar en la imagen del gobierno de la ciudad”, admitieron en la sede del Ejecutivo.
Más allá de esa posición, en el gobierno porteño admitieron que la situación de García Moritán está cerca de resolverse. Si bien esperan que tome la decisión de dar un paso al costado -al menos con el pedido de licencia- no descartan que el jefe de Gobierno tome la decisión de echarlo. “Está en sus manos. Lo mejor sería que arregle su situación personal, no es algo que pueda extenderse de manera indefinida. El lunes debería estar resuelto”, respondieron las fuentes consultadas por este medio.
Lo concreto es que, además del escándalo mediático, la Fundación por la Paz y el Cambio Climático presentó una denuncia penal por la supuesta “contratación irregular de 384 empleados del Ministerio de Desarrollo Económico”, como también otras supuestos negociados. “Podrían haber cometido en conjunto y/o de manera repetida en el tiempo (…) posibles delitos de lavado de activos y/o evasión fiscal agravada, entre otros presupuestos fácticos”, estableció la denuncia a la que accedió Infobae.
La denuncia penal es el último eslabón de una serie extensa de complicaciones que aparecieron en las últimas semanas y que pusieron a García Moritán en modo resistencia.
Fuente Infobae