El Ministerio de Economía arrancó el año electoral con rienda corta al gasto público. En enero y la primera parte de febrero registró marcados recortes en comparación con el año anterior, y según estimaciones privadas, el comportamiento fiscal del primer mes del 2023 habría llevado a un superávit en las cuentas públicas.
“Durante el mes de enero esperamos que los ingresos en las arcas nacionales crezcan a una tasa del 88% anual” (LCG)
Por el lado de las erogaciones, en tanto, calcularon que el gasto primario se ubicó en torno de los $1,5 billones, lo que implicaría un avance de 66% interanual nominal, es decir un 16% de caída en términos reales, al tomar en consideración a la inflación. LCG lo atribuyó “principalmente por menores gastos en remuneraciones y prestaciones a la seguridad social”.
La primera mitad del año pasado, todavía con Martín Guzmán al frente del Palacio de Hacienda, fue de una fuerte expansión del gasto público
Hay un asterisco para tener en consideración para analizar la comparación interanual. Toda la primera mitad del año pasado, todavía con Martín Guzmán al frente del Palacio de Hacienda, fue de una fuerte expansión del gasto público. De esta manera, con leves moderaciones del gasto cada mes habrá números más favorables en las cuentas públicas.
Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), aseguró en ese sentido que en enero de 2021 el gasto público había aumentado en un 19% en términos reales, en un semestre en el que fue la tendencia general (12,5% de incremento real de erogaciones). Ese 19%, incluso, fue la expansión más grande que registró esa primera mitad del año.
Un informe de Analytica, por su parte, había ya estimado que en la última parte de enero “el gasto primario real cayó 33,7% respecto de igual semana de diciembre, y 26,2% de un año atrás”. “La caída respecto del mes pasado es generalizada, debido a la estacionalidad del gasto en diciembre. En términos interanuales, el aumento en las jubilaciones y pensiones obedece a una variación real del haber mínimo de 3,7% respecto de enero de 2022″, estimó la consultora.
Entre los principales recortes que tuvo el déficit sobre el final de enero, Analytica detectó Obra pública (-75,2%), Bienes y servicios (-66%), Programas sociales (-65,8%) y Asignaciones Universales y AUH (-48,3 por ciento).
El Gobierno deberá reducir el déficit fiscal primario desde 2,4% del PBI de 2022 hasta 1,9%, con un techo de emisión monetaria para asistir al Tesoro de 0,6%
El mismo monitor que lleva adelante Analytica estimó que la tendencia de ajuste del gasto habría continuado en febrero. “En la primera semana de febrero, el gasto primario real cayó 41,4% respecto de igual semana de enero, y 24,3% de un año atrás. Se trata del nivel de gasto real más bajo desde la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía. Los ajustes más significativos en términos interanuales se concentran sobre la obra pública y las asignaciones familiares y por hijo”, mencionaron. Ya en febrero el ítem con mayor recorte fue el de los Subsidios económicos (-58%), Asignaciones y AUH (55%), Bienes y servicios (-43%), y Transferencias a provincias (-23 por ciento).
Para este año el Gobierno deberá reducir el déficit fiscal primario desde 2,4% del PBI con el que terminó el 2022 hasta 1,9% del PBI, con un techo de emisión monetaria para asistir al Tesoro de 0,6% del PBI. Sobre este último punto, los primeros tres meses del año tendrán como techo para la financiación del déficit unos $139.000 millones, cerca de un sexto del tope nominal de todo el año, que es de $883.000 millones. El tope de rojo primario hasta fines de marzo será de $441.000 millones.
Fuente Infobae