El departamento de Norberto Oyarbide está desde ayer bajo custodia luego de que el ex juez denunciara amenazas de muerte al revelar que recibió aprietes del gobierno kirchnerista para desestimar causas contra sus funcionarios.
Efectivos de Gendarmería se encuentran apostados desde anoche en el palier del edificio ubicado en la calle Rodríguez Peña, en el barrio porteño de Recoleta.
El jueves por la mañana, en una entrevista con Baby Etchecopar en Radio 10, Oyarbide pidió entre lágrimas al juez Claudio Bonadio que le asigne una custodia por miedo a que lo maten: «Yo mencioné que para la obtención de aquella famosa resolución de enriquecimiento ilícito hablé con Javier Fernández y con Jaime Stiuso».
Y completó: «En realidad ellos eran empleados de una persona que era sí de quien emanaban todas las responsabilidades y es la persona que falleció, el esposo de la Presidenta (sic)».
Oyarbide se refiere al expediente por enriquecimiento ilícito que investigaba el patrimonio de la familia presidencial y que cerró –según dice ahora– porque recibió fuertes presiones.
El ex magistrado se comprometió a ampliar su declaración indagatoria e incluso adelantó que podría convertirse en otro arrepentido de la investigación.