El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, afirmó que busca sumar mediante la atención virtual a unos 200 médicos de cabecera de obras sociales con afiliados en la provincia, para el primer momento de atención de las personas con síntomas de coronavirus.
Para ello inició reuniones con obras sociales ya que “es muy importante el aporte que puedan hacer en este momento”, dijo el mandatario jujeño durante la difusión del nuevo informe del Comité de Emergencias provincial.
Morales destacó que ayer se reunió con unas diez entidades y que hasta el jueves tiene previsto mantener encuentros con todas las que tienen afiliados en la provincia. Apuntó que hasta el momento el sistema de telemedicina con el que se trabaja en Jujuy viene actuando en coordinación solo con una obra social (Osde) y con un gremio de docentes (Cedems), que creó un subsistema con médicos y psicólogos que contrató para atender a sus afiliados, entidad a la cual felicitó por el compromiso asumido.
Respecto a la asistencia virtual, detalló que “se trabaja con unos 300 médicos atendiendo a cerca de 5000 personas” y que se tiene la idea de “llegar hasta el fin de semana con 200 médicos más” a través de las obras sociales y otras gestiones que se realizan.
En ese marco, refirió que la necesidad de aunar esfuerzos con las obras sociales fue un tema que conversó con el presidente Alberto Fernández, quien inmediatamente lo comunicó con el secretario General de la CGT, Héctor Daer, y se pudo avanzar en ese marco en conversaciones asociadas a las obras sociales nacionales.
Por otro lado, apuntó que en la jornada se logró la habilitación de tres laboratorios privados para el procesamiento de test PCR, que permitirá aumentar la capacidad de testeo, pero a su vez que las obras sociales también deben comprometerse a reconocer los estudios. Además de los médicos de cabecera, los pedidos a las obras sociales apuntan a que colaboren con llevar oxígeno a pacientes con internación domiciliaria y con proveer medicamentos.
Meses atrás mientras el coronavirus avanzaba a paso firme en el AMBA y el resto de las provincias luchaban intentando limitar la velocidad de los contagios, Jujuy evaluaba habilitar el turismo regional, recibir equipos de fútbol para que disputen el torneo, y avanzar con el regreso de clases de forma presencial. El 1º de junio la provincia contaba con solo 5 casos, pero hoy se encuentra al borde del colapso sanitario con el 95% de las camas de terapia intensiva en uso y el personas médico sobrepasado.
Jujuy tiene 23 hospitales. Todos tienen un sector dedicado a la atención de pacientes con COVID-19. Solo ocho de ellos tienen camas de terapia intensiva. El resto son de cuidados intermedios. Eso implica que muchas personas que tienen un estado de salud complicado deban ser trasladados de una ciudad a la otra para poder ser asistidos. La provincia está en emergencia, pero para evitar el colapso la semana pasada el Gobierno jujeño acordó con el sector privado la adquisición de 42 camas para atender a pacientes críticos de COVID-19 y otras 12 plazas con respiradores para reforzar la atención sanitaria.
Desde el Ministerio de Salud provincial informaron además que Jujuy sumó “200 concentradores de oxígenos móviles”, los cuales llegarán “a las casas de las personas que lo estén necesitando” y “se suman a los tubos de oxígenos y cascos que evitan que la gente necesite respiradores”.
Ya a principios de agosto, cuando Gerardo Morales anunció que el sistema sanitario estaba “colapsado”, el Gobierno reclamó asistencia a las obras sociales e instituciones civiles para atender la avanzada de la pandemia.
“No podemos solos, es decir no puede el sistema público solo, está colapsado en algunos lugares, necesitamos el acompañamiento de las obras sociales, no todas están atendiendo o se han puesto al nivel de las circunstancias”, exigió el gobernador.
