Robert Bobroczky es un adolescente rumano de 16 años que revolucionó Europa con sólo 14. Podría ser un chico como cualquiera, pero no: mide 2.31 metros, nueve centímetros más que el más alto de la NBA (el pívot de los Detroit Pistons Boban Marjanovic) y se entrena para ser jugador de la liga de basquet más importante del mundo.
Se formó en Italia y ya comenzó su andadura en las filas del Spire Institute de Geneva (Ohio). Bobroczky es aplaudido por sus lanzamientos cortos y de mediana distancia, los bloqueos y, claramente, los rebotes.
Sin embargo, el joven rumano no ha sumado muchos minutos en cancha debido a su físico: le falta masa muscular, resistencia y coordinación de movimientos en la cancha. A pesar de su enorme estatura, Bobroczky es extremandamente delgado y sólo pesa 85 kilos. Por esa razón, lleva una estricta dieta que incluye siete comidas al día.
Con un padre que mide 2,17 metros y una madre de 1,90, el joven Robert tiene un sueño que espera cumplir algún día: «Comencé a jugar al basquet a los cinco años y aspiro a llegar a la NBA o a un buen club de la Euroliga».