El ministro de Salud, Ginés González García, advirtió que “hay un miedo sobreexagerado” al coronavirus y lo atribuyó a que la enfermedad es nueva y a que es “muy contagioso”, luego de que se detectara el primer caso en la Ciudad de Buenos Aires.
El funcionario ratificó que para evitar la propagación del Covid-19, lo más eficaz es la detección precoz y el aislamiento. Sin embargo, se mostró optimista que haya una mayor cantidad de consultas médica por la epidemia mundial ya que, en Argentina, “nos estamos acercando a la época de la gripe y de las enfermedades respiratorias”.
“En el caso del coronavirus, la detección precoz es buena porque impide la inseminación”, aseguró en diálogo con radios El Destape y La Red.
González García confirmó ayer la detección del primer caso de coronavirus en la Argentina. Se trata de un caso importado y el paciente se encuentra internado, en buen estado, en una clínica privada del barrio porteño de Recoleta. El infectado llegó el domingo pasado a la Argentina luego de viajar por Italia, España y Hungría.
Al ser consultado si se efectuarán controles como el cierre de escuelas o la suspensión de espectáculos públicos -como ocurrió en Italia y China-, el ministro de Salud indicó que “en este estadio no” habrá novedades: “Eso sería un incordio y una dificultad muy grande».
Pero matizó: “Esto es consecuencia del estado epidemiológico, es un día a día. Se toman decisiones así cuando el virus empieza a circular entre la población, no cuando hay casos importados”.
Además, rechazó la idea de dejar de tomar mate o besar a personas por el coronavirus.
“Dejar de tomar mate es una locura. El virus no está en circulación en Argentina, es exagerado. Es la incertidumbre la que genera mucho miedo”, concluyó.
Tras la detección del primer caso, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, aclaró en las últimas horas que el hombre acudió de manera voluntaria ante la aparición de los primeros síntomas a la clínica e informó que provenía de una zona con transmisión sostenida del virus por lo que fue inmediatamente aislado.
A partir de ahí se puso en marcha el operativo para contactar a las personas que viajaron con él en el avión procedente de Italia, para aplicarles el protocolo preventivo y de contención.
“La recomendación internacional es consultar a quien estuvo en las filas contiguas del afectado. Si alguien tose, la gota tiene el alcance de un metro, por lo que se tiene que revisar las personas cercanas”, consideró.
En total, son siete personas que compartieron el vuelo con el hombre que se contagió coronavirus el pasado domingo, junto con su hermano, quien lo buscó en el aeropuerto de Ezeiza. Cada uno de ellos fue contactado por las autoridades de salud y se les solicitó que se mantuvieran aislados en sus domicilios.
Aunque no presentan síntomas, a las siete personas se les realizará un hisopado esta tarde y las muestras se enviarán al Instituto Nacional de Microbiología Malbrán, de donde se espera estarán los resultados en un máximo de 48 horas.
Por su lado, mañana emprenderán su regreso los ocho ciudadanos argentinos que fueron trasladados el 19 de febrero desde la ciudad china de Wuhan, epicentro del coronavirus COVID-19. Vuelven hacia Ucrania para cumplir una cuarentena terminarán mañana el “período de observación en perfecto estado de salud”.
Este jueves, cuando se cumplan las dos semanas de la cuarentena que cumplieron junto a ciudadanos de otros países (entre ellos Ecuador, República Dominicana, Israel, Panamá y El Salvador) en la localidad de Novi Sanzhary, los ocho argentinos serán trasladados por tierra hasta Kiev, distante unos 350 kilómetros.
