A casi ocho meses de la llegada de la pandemia a la Argentina, el ministro de Salud Ginés González García se refirió a las medidas implementadas desde el Gobierno Nacional. No consideró que la cuarentena “haya sido tan larga”, aseguró que el aislamiento sigue siendo “la mejor alternativa” aunque admitió que “estamos mal” al ver la curva de contagios de COVID-19 y el número de víctimas fatales. Además se mostró preocupado por la posibilidad de un rebrote el año que viene y si bien se mostró optimista con la llegada de 25 millones de dosis de la vacuna rusa, aclaró que aún resta que cumpla determinadas normas para su aprobación.
En diálogo con Luis Novaresio (Animales Sueltos), González García se refirió al anuncio que hizo este lunes Alberto Fernández con respecto a llegada de millones de dosis de la vacuna Sputnik V. Aclaró que aún “no hay ningún convenio”, pero si “una intención de acuerdo comercial”. “Estamos negociando con todos los que pareciera que vienen en la punta de esta carrera internacional”, dijo resaltando no solo la vacuna rusa, sino además la de AstraZeneca y la de Pfizer, entre otras. En ese sentido, adelantó que la Argentina tiene propuestas para el mes de diciembre de la llegada de otras vacunas, aunque “no el volumen que dice tener Rusia”.
De cara a la logística que deberá diagramar el Gobierno argentino, el ministro de Salud informó que la idea es “vacunar como mínimo a 2/3 de la población”. Aclaró que las dosis serán gratuitas. No obstante clamó prudencia al señalar que todas las vacunas más avanzadas aún se encuentran en fase 3: “Tienen que cumplir las normas, todas son auspiciosas, pero la fase 3 marca la efectividad, si es útil previniendo, y esa fase suele ser larga”. “La parte de seguridad (fase 1 y 2) ya están cubiertas, después viene un gran desafío logístico; la vacunación más masiva del mundo, no va a ser simple», planteó.
Con respecto a cómo será la distribución de las dosis entre las provincias, más allá de los focos con mayor circulación del virus, Ginés afirmó que habrá “equidad absoluta”: “No va a haber prioridades, la distribución será equitativa”.
Consultado al respecto de la grave situación que vuelve a atravesar Europa, declaró que en Argentina “hay riesgo de una segunda ola de contagios”. No obstante consideró que el combate del COVID-19 “no tiene libreto ni libretita”: “Lo que está pasando está terminando con todas las verdades que creían que tenían los europeos de la primera ola”. Ginés González García por el momento no prevé cuándo sería el rebrote en nuestro país: “Es una adivinanza, estamos luchando para que bajen (los contagios)”.
El temor de una segunda ola genera incertidumbre y desanimo ante la posibilidad de volver a una cuarentena estricta como en los primeros meses de la pandemia. En ese sentido, el titular de la cartera sanitario afirmó que “sin dudarlo” volvería a recomendar un duro confinamiento. “El aislamiento ha sido siempre la mejor alternativa”, consideró pero lamentó que la actualidad “hay muy poco acatamiento”. “Esto de ASPO (Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio) tiene poco”, manifestó ejemplificando con el nivel de circulación que hay en la Capital Federal.
“No creo que la haya sido tan larga la cuarentena, la empezamos a abrir rápidamente con actividades industriales y comerciales», declaró pese a se mantienen desde hace mas de siete meses la vigencia de los decretos de Aislamiento y Distanciamiento Social. “Hasta mediados de abril la cuarentena fue bárbara, después bastante bien”, analizó pese a que a modo de autrocrítica deslizo que quizás se podría haber interrumpido para luego volver a endurecer el confinamiento en los momentos más críticos que se atravesaron. “Ahora no se puede aflojar, no creamos que esto ya pasó».
Pese al impacto en la economía de la cuarentena, irónicamente el ministro preguntó: “¿Cuál es la consecuencia económica?, ¿Cuál es el único país que ha crecido un poquito?» «China, ¿Por qué? Porque terminó con la pandemia, los demás no crecen”, remató.
Argentina al día de hoy acumula 1.183.131 infectados y 31.623 víctimas fatales. “Estamos mal, me atormenta el número de muertos que tenemos, no me gusta como estamos pero esto no terminó”, admitió y manifestó que le “molesta” que la gente no se cuiden, “que hagan fiestas clandestinas, que hagan una contracultura de transgredir; me parece suicida”. En ese punto advirtió que por más que gran parte de la sociedad acceda a la vacuna, “si no tenemos cuidados, no paramos (el virus)”. “Esto exige un cambio de la conducta de cada uno de nosotros”, insistió.
Dependiendo de que superen las pruebas, González García cree que “a fin de año podríamos empezar a vacunar” a la población con las dosis rusas y la de Pfizer. En cuanto a los detalles técnicos, explicó que la inmunidad “aparece a los 15 días de la segunda dosis, pero no se sabe por cuánto tiempo. No va a durar mucho más de un año, se supone”.
“Con 2/3 de la población nos aseguramos reducir muchísimo la circulación del virus”, expresó de cara al futuro pero remarcó que protocolos de distanciamiento, el uso de barbijo, y “no reuniones” se mantendrán “por mucho tiempo”. “No me animo a decir por cuánto tiempo pero no va a ser corto”.
Con este panorama, ¿Se puede pensar en mantener las reaperturas? El funcionario nacional dijo que “no se puede tener cerrada la vida”, e insistió en que si la gente se cuida, actividades como las gastronómicas en el interior de bares y restaurantes con capacidad limitada se pueden continuar pese a la circulación viral: “No depende tanto de las medidas, sino de la responsabilidad de cada uno”.
Con respecto a la vuelta a clases de forma presencial y la insistencia del gobierno porteño, manifestó: “No decide la voluntad, lo decide la situación epidemiológica”. “Hay un poco de marketing político”, acusó a la administración de la Ciudad.