Giorgi se reúne con el embajador brasileño para acordar una agenda sobre el diferendo comercial

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Foto: Telam

Fuentes gubernamentales precisaron que en la reunión de hoy se acordará un encuentro entre los secretarios de Industria de ambos países, Eduardo Bianchi y Alessandro Texeira, «que se concretará en los próximos días».

«Luego de ese encuentro habrá una reunión entre los ministros Fernando Pimentel y Débora Giorgi», agregaron las fuentes.

Durante los contactos telefónicos que mantuvieron durante la jornada, Giorgi y Pimentel coincidieron en señalar que “la relación comercial entre Brasil y Argentina es de socios estratégicos por lo que el sector automotriz no se va a ver afectado de un lado ni del otro de la frontera”.

La reunión de Giorgi con el embajador brasileño será el correlato de los contactos telefónicos que mantuvo ayer de la ministra con Pimentel.

Giorgi recibió ayer el llamado de su par de Brasil, quien -tras repetir la predisposición de su gobierno en favor del diálogo- le transmitió que no podía levantar la restricción fijada a los autos argentinos a través del sistema de Licencias No Automáticas de importación que pusieron en marcha la semana pasada.

La ministra argentina, por su parte, le volvió a recordar la importancia de que Brasil deje sin efecto la restricción impuesta a los autos argentinos, para poder llevar a buen puerto las negociaciones destinadas a superar el desencuentro en materia comercial.

El llamado del funcionario brasileño fue en respuesta al contacto mantenido el viernes pasado, cuando Giorgi le propuso fijar una reunión en Foz de Iguazú y puso como condición que el vecino país levante las restricciones impuestas a los autos argentinos.

Luego de la comunicación con su par brasileño, Giorgi se dirigió hacia la Casa de Gobierno para informar las novedades surgidas en torno al tema a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y para definir los próximos pasos que dará el gobierno en esta cuestión.

Pimentel, en una conferencia de prensa brindada ayer en Brasilia, dijo que «no hay motivo para una guerra comercial o una ruptura con Argentina» a causa de los contrapuntos que existen en material comercial.

Según el ministro, las licencias automáticas para la importación de vehículos y autopartes no son una represalia comercial contra Argentina, sino «una cuestión general» adoptada por sus cartera «para proteger a la industria automovilística, ya que la balanza comercial en este sector está fuertemente desequilibrada contra Brasil».

A modo de ejemplo, Pimentel recordó que las licencias no automáticas de importación afectan también a los autos provenientes de México y Corea del Sur.

Al ser consultado sobre la condición fijada por Argentina de levantar las restricciones a los vehículos para reestablecer el diálogo, Pimentel -según señala un cable de la agencia Ansa- dijo que «no hay como aceptar o formular precondicionamientos para una conversación, ni de la parte argentina ni de la nuestra».

Sin brindar mayores precisiones, el ministro brasileño dijo que existe la posibilidad de una reunión con Giorgi para dentro de dos semanas en Foz de Iguazú, como propuso Argentina a cambio de una invitación hecha por Pimentel para realizar ese encuentro en Brasilia.

Argentina es actualmente el tercer socio comercial en orden de importancia de Brasil, después de China y Estados Unidos, con un volumen bilateral de intercambio de 33.000 millones de dólares en 2010, con un déficit de poco más de 4.000 millones para Argentina, según cifras oficiales.

Desde el martes pasado, fecha en la que el vecino país puso en marcha la medida, más de 2.000 automóviles producidos en Argentina esperan en la frontera Argentina poder pasar a Brasil.

En jueves pasado, en lo que significó la primera toma de posición de parte del gobierno argentina ante la medida, Giorgi dijo que el gobierno brasileño actuó «en forma intempestiva y sin aviso» al aplicar licencias no automáticas para el sector automotriz-autopartista.

Recordó además, que “cuando Argentina aplicó en febrero pasado 200 posiciones nuevas en licencias no automáticas, el Gobierno nacional lo informó a su par brasileño 10 días antes del anuncio oficial y la medida recién entró en vigencia 30 días después”.

Un día después, el viernes, Giorgi envió una carta a Pimentel en la que le recordó que en el primer trimestre del año «las compras argentinas (de productos y servicios brasileños) han crecido un 33%» por lo que alcanzaron los 4.700 millones de dólares, «con un saldo positivo a favor de Brasil de 730 millones de dólares», mayor al registrado en el mismo período de 2010.

Durante la jornada de ayer, la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) -la entidad que nuclea a las terminales radicadas en Argentina- expresó su «preocupación» por el conflicto comercial “originado ante el establecimiento de medidas que dificultan el comercio automotor bilateral con Brasil”.

Fuente: Telam

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