La tranquilidad de la familia Díaz, que se encontraba atendiendo el local comercial que funciona en su casa, se vio alterada cuando dos sujetos armados ingresaron a su inmueble con fines de robo y al percatarse de que no había dinero, balearon y golpearon a la dueña.
Según fuentes policiales el grave episodio se registró pasadas las 16.35 en un inmueble ubicado en calle avenida Daniel Prados del barrio Villa Griselda.
En dicho lugar se encontraba Patricia Díaz (40), junto con su hija Dahiana, (17), y un amigo de la familia de nombre José Díaz (25), residente en la zona. Cuando ellos conversaban en un sector cercano a la habitación donde funciona la despensa, dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta ingresaron al interior del negocio fingiendo ser clientes.
Patricia se acercó hasta el lugar para atenderlos. Fue en ese momento cuando uno de los delincuentes sacó de entre sus prendas un arma de fuego.
Según expresó la mujer a los policías, el maleante le exigió que entregara el dinero que tenía en su casa. Patricia le respondió que allí no había ningún botín. Ante esta respuesta, el exaltado delincuente no dudó y la atacó con la culata del arma, provocándole una grave lesión en el rostro.
Al escuchar los ruidos, su hija se acercó al negocio junto con el amigo. Al percatarse de su presencia, los ladrones los atacaron a tiros. Una bala impactó en la pantorrilla derecha de la joven y otra en la pierna izquierda del sujeto.
Los delincuentes al ver que no había dinero en la casa se dieron a la fuga en el rodado que se movilizaban. Por sus propios medios, las víctimas se trasladaron hasta en Centro de Salud Banda donde fueron asistidos.
Heridas leves
Los médicos indicaron que las heridas que presentaban no revestían gravedad, pero permanecieron hospitalizados en observación. Según revelaron las fuentes, Patricia, además del golpe que tenía en la cabeza, sufrió una crisis de nervios.
Ante esa situación, los efectivos de la Comisaría 13 que tomaron intervención por jurisdicción se entrevistaron con los damnificados. Además de contar cómo sucedieron los hechos, informaron que los ladrones tenían el rostro cubierto y tonada porteña.
Inmediatamente el fiscal de turno Dr. Pablo Moya tomó intervención en el caso y ordenó que los peritos de Criminalística realicen los trabajos de rigor dentro del domicilio y que la División Delitos Comunes averigüe por la zona para encontrar a los malhechores.
Además, el representante del Ministero Público solicitó que busquen cámaras de seguridad en la zona.
La dueña de la casa aún no revisó sus pertenencias, pero según se supo, al parecer los ladrones no se llevaron nada de lo que había en el domicilio. Este hecho causaba más interrogantes en los investigadores.
Además se supo que uno de los autores podría estar identificado gracias a una supuesta denuncia que realizó su pareja en otra dependencia. Hasta el cierre de la presente edición todo era materia de investigación y no se descartaba ninguna hipótesis.
El Liberal