Goycochea debuta en teatro con 18 drag queens

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La Nacion/Hernan Zenteno

Como futbolista se desempeñó como arquero y fue famoso por su habilidad para atajar penales. Integró la Selección Nacional y con ella ganó, entre otros torneos, las Copas América de 1991 y 1993. Aunque se retiró del fútbol en 1999 sigue siendo considerado el mejor arquero argentino de las últimas décadas. Sin embargo, Sergio Goycochea no vive de recuerdos. Cumplida su etapa como deportista, estudió Periodismo Deportivo y se dedicó al periodismo televisivo. Condujo programas de distintos tenores y temáticas (desde el informativo del mundo automotor Kilómetro por hora hasta el magazine turístico Resto del Mundo) y hoy está al frente de Estamos todos conectados, el envío de actualidad transmedia que emite la TV Pública diariamente, de 16 a 17:30.

Amante de los desafíos, mientras se hacía sólido como periodista se dio el gusto, intermitentemente, de probar suerte como actor. Empezó en 2012 con una participación en La Pelu, el programa cómico y de actualidad que encabezaba Florencia de la V en Telefe; luego fue un profesor de gimnasia en Graduados, el mega éxito nocturno de esa misma emisora. Finalmente, en 2016 y por el mismo canal, participó en la telenovela Por amarte así, que protagonizaba Gabriel Corrado. Ahora va por más: desde mañana será el protagonista de Bendito tu eres, el nuevo espectáculo cómico-musical de Flavio Mendoza, en el que estará acompañado por 18 drag queensMaría Castillo De Lima, Eduardo Solá, Carlos Guedes, Kris Barbieri, Santa Beibi, Franko Quiles, Federico Peña, Cris Juno, Facundo Vivona, Eduardo Magaly, Lefer Ibarra, Joel Castañeda, Gaby Girl´s, Mauricio Gurini, Matías Prieto Peccia, Máxima Martín, Julio César Lynch y Franco Rau. La cita es en el teatro Broadway (Av. Corrientes 1157), todos los viernes y sábados a las 23.30.

Esta es tu primera participación como actor en un espectáculo teatral, ¿cuáles son tus expectativas?

–De explorar algo diferente, algo nuevo, que no he hecho en toda mi vida. No voy a decir ahora que me convertiré en actor porque haré de mí mismo, pero me entusiasma el desafío. Cuando Flavio me llamó y me contó un poco la idea y el mensaje del espectáculo me pareció un proyecto interesante. Me sedujo eso de salir un poco de la zona de confort, de todos modos esto en algún punto se roza con el tema de la comunicación. Yo ya hace 20 años que trabajo en los medios y elegí el periodismo como una segunda carrera, en principio estudiando Periodismo Deportivo. Bueno, el teatro no deja de ser un medio de comunicación. Me lo tomo por ese lado y con la intención de experimentar, de buscar una sensación nueva, algo que me devuelva la adrenalina que me produce lo desconocido.

Contame cuál es la idea, la historia y el mensaje de Bendito tu eres.

–A ver, dejame pensar hasta dónde podemos spoilear… Sé que algo te tengo que contar porque la gente se pregunta qué es lo que voy a hacer acá. A ver… Bendito tu eres es una linda historia que tiene que ver con un reencuentro, el mío con mis excompañeros de secundaria luego de 20 años de no vernos. El tema es que ellos han cambiado y mucho… han tenido otra elección sobre sí mismos, sobre su género. Y en el reencuentro aprenderemos a convivir con eso.

¿Dónde se produce el reencuentro?

–Se produce en un lugar, que imaginariamente puede ser un teatro para que luego cada uno de rienda suelta a su talento artístico.

Sergio Goycochea: "Me lo tomo por ese lado [su debut en teatro] y con la intención de experimentar, de buscar una sensación nueva, algo que me devuelva la adrenalina que me produce lo desconocido"
Hernan Zenteno – La Nacion/Hernan Zenteno

Vos me hablabas de un mensaje, ¿cuál es?

–Es un mensaje inclusivo. De tratar de entender que los tiempos cambian y que realmente hay otra postura ante situaciones que hace un par de años atrás eran imposibles de pensar.

¿Te referís a la condición sexual de un individuo?

–A la condición de género.

¿Le costó mucho a Flavio Mendoza convencerte o aceptaste desde el vamos?

–No, no le costó. Lo primero que hicimos fue sentarnos a hablar del contenido, así todo se hizo más fácil, esa es la realidad. Mi temor era exponerme a algo que no estuviera capacitado para hacer. Temía hacer el ridículo desde el punto de vista actoral, de mi trabajo. Pero cuando vi que no iba a ser un sufrimiento sino un disfrute y que me podría llegar a divertir mucho le di para adelante.

¿El tema de la inclusión y de la diversidad apareció ahora en tu vida a través de este espectáculo o como comunicador social te venía interesando desde hacía un tiempo?

–Fue apareciendo en mi vida desde hace un tiempo. Fui procesando algunos cambios y creciendo. Estoy en una edad en la que obviamente algunos cambios me agarraron un poco grande, con muchas cuestiones impuestas, por vivir en una sociedad que miraba algunas cosas de una manera, pero después empecé a verlas de otra a través de mis hijos. En ese sentido ellos me han ayudado mucho a cambiar, me dieron otra mirada. Me senté a analizar ciertas cuestiones y a preguntarme por qué sucedían, qué es lo que le pasaba a una persona para tomar determinada elección, qué es lo que la había hecho sufrir y cómo con un cambio se podía resolver todo eso.

¿Por qué creés que Flavio Mendoza te eligió como protagonista?

–Porque vengo de un ambiente machista como lo es el fútbol y porque soy una persona que está casada, tengo un solo matrimonio en mi haber, en fin, soy muy convencional. Esa estructura me pone en un lugar interesante para dar otra mirada que es más válida, también.

¿El fútbol sigue siendo tan machista con respecto a la diversidad sexual?

–Yo no puedo hablar por todo el fútbol, pero convengamos que el fútbol es un ambiente… De todos modos, el fútbol femenino ha ido creciendo y han pasado un montón de otras cosas; por ejemplo, se ha ido incorporando la mujer a los trabajos que rodean la práctica deportiva. Aunque, sí, sigue siendo un ambiente de hombres heterosexuales. Obviamente, tendrá que pasar aún más tiempos para que todo cambie. Como siempre, hay cuestiones que se dictan en un papel y se convierten en leyes, pero después la gente o la sociedad las tiene que atravesar emocionalmente. Ese es el camino que tenemos que recorrer y aprender a transitar.

¿Cuánto cambió el mundo del fútbol, en ese sentido, desde tu época de apogeo como jugador, a hoy?

–Ha cambiado porque los chicos que hoy juegan al fútbol son diferentes, crecieron en otra sociedad, naturalizaron un montón de cosas que nosotros no las teníamos naturalizadas. El ámbito es menos prejuicioso, como lo es hoy la sociedad. El fútbol no está ajeno a la sociedad, va acompañando los cambios que en ella se producen.

¿Algo habrá tenido que ver para tu inclusión en Bendito tu eres la campaña publicitaria de calzoncillos que protagonizaste en 1990? Desde entonces se te catalogó como un sex symbol.

–No sé si ese fue un punto muy determinante. Creo que más bien la elección pasó por otro lado: por el hecho de que nunca había hecho teatro, por la sorpresa y la curiosidad que eso podía despertar en la gente. Algo así como: `qué va a hacer este pibe en el escenario, con qué nos vamos a encontrar´. No creo que el hecho de que en su momento me hayan nombrado un sex symbol haya influido porque mi personaje en Bendito tu eres va por otro lado.

¿Qué recuerdos tenés de aquella época?

–Sé que hice esa publicidad por la fama que me había dado el fútbol en ese momento. La hice en un momento complicado porque los jugadores ni siquiera hacían publicidad de marcas deportivas, así que, imaginate, ¡menos a alguien se le hubiera ocurrido posar en calzoncillos! No me molestó, pero reconozco que pudo haber habido alguna duda sobre el mensaje, algo como: ¿qué mensaje hay cuando un tipo sale en calzoncillos? Luego llegué a hacer algunas acciones para el Día del Padre, junto a mi hijo -que hoy tiene 30 años-, pero a todas esas publicidades las tomé como campañas publicitarias, donde la idea era unir una marca con alguien que en ese momento era muy popular. Nada más. No es que a partir de ahí me creí que era modelo. Sí exigí que fuera una campaña cuidada y sostuve que no iba a posar como un sex symbol para promocionar la marca. Mi sola imagen, en calzoncillos, claro, debía promocionar el artículo. O sea, nunca pero nunca pretendí ser un sex symbol ni aparentarlo.

De todas maneras no podés negar que al público masculino, que te seguía por el fútbol, con esa campaña sumaste al femenino.

–Sí, es verdad. Antes los jugadores no tenían tanto público femenino como ahora. Espero que todas esas mujeres vengan ahora al teatro y traigan a sus maridos (risas).

¿Qué sabías hasta el momento del mundo de las drag queens?

–Sí, tenía idea de lo que significaban, pero no había visto un espectáculo de drag queens. Lo más cercano que llegué a ver es Casa Valentina (la obra que dirigió José Muscari Muscari, donde reconocidos actores se travestían).

Hoy que lo conocés un poco más, ¿qué opinás del transformismo?

–A mi me parece bien, yo siempre digo que cada uno es libre de elegir su vida, de elegir qué quiere hacer con su vida, de luchar por eso, por ser quien realmente quiere ser. Los problemas empiezan cuando yo le quiero imponer determinada vida al otro, o cuando el otro me quiere imponer su vida. En el ámbito del respeto me parece que se puede convivir tranquilamente, sin problemas. Yo estoy a favor de la diversidad.

¿Qué pasaría si con el correr de las funciones Flavio Mendoza te pidiera que te “montaras” como una drag queen? ¿Te animarías?

–¡Qué pregunta! ¿La verdad? Hoy no lo sé. Seguramente si en algún momento me da ganas de experimentar eso, no tendría problemas en hacerlo, pero no como una como una cosa impuesta o pautada.

O sea que en principio no te negarías.

–No, no me negaría. Sería cuestión de ver… Hoy te digo más no que sí, pero no por una cuestión de autocensura o prejuicio, sino porque primero debería sentir la necesidad de hacerlo. De la misma forma que decidí hacer teatro por gusto, solo podría llegar a hacer algo así por placer. No como una obligación del espectáculo. A esta altura de mi vida solo hago lo que quiero.

Bueno, si no te decidís finalmente a convertirte en una drag queen podrías virar hacia el drag king, que es el drag que tiende a lo masculino.

–Esa podría ser otra opción, pero no es una cuestión de femineidad versus masculinidad. Lo importante es que tenga el deseo de hacer algo así. Hoy no me imagino transformándome en una drag queen, no me atrae, pero no cierro la puerta. Uno tiene que hacer siempre lo que siente.

"Yo crecí en los desafíos, el deporte es un desafío constante, de domingo a domingo, y un poco yo estoy construido de esa manera, necesito los desafíos"
 La Nacion/Hernan Zenteno

Tengo entendido que a través de las diversas escenas de Bendito tu eres cada drag queen va exhibiendo una cualidad. ¿Cuáles son esos talentos?

–¡Un montón! En el baile, en el canto y en lo actoral y también en acrobacia, pero fundamentalmente en el humor. Me alegro por todos ellos porque al fin tienen la posibilidad de estar en un gran escenario para mostrar todo su talento.

¿Sos solo el hilo conductor de esas escenas o también participás de esos mini shows?

–Mmm… un poco y un poco. Bueno, en realidad hago bastante de las dos cosas. Más no te puedo decir porque Flavio me mata, no quiere que se pierdan la sorpresas.

De todos tus compañeros de escena, ¿ya tenés un favorito?

–Y… la voz de María Castillo De Lima es realmente increíble, es emocionante como canta. Tengo una escena con ella que es muy linda, pero todos están bien, y en eso mucho tiene que ver Flavio, que es muy exigente.

Para la mayoría de ellos será la primera vez que cuenten con semejante visibilidad en la avenida Corrientes, será una gran oportunidad para que los conozca un público más vasto y popular.

–Exactamente. Es como jugar un Mundial porque la exposición va a ser esa, para bien y para mal. Para mí también será un nuevo Mundial. Asumo el desafío. Yo crecí en los desafíos, el deporte es un desafío constante, de domingo a domingo, y un poco yo estoy construido de esa manera, necesito los desafíos. Para mí un desafío es siempre vida. Estamos acostumbrados a vivir en la adrenalina, al llegamos o no llegamos, al sentir el miedo de un escenario nuevo, pero siempre con el objetivo de ganar.

¿Y qué creés que va a pasar esta vez?

–Vamos a ganar.

En general, los espectáculos con drag queens son destinados exclusivamente a una audiencia adulta. ¿Es verdad que Bendito tu eres será apto para todo público?

–Sí, porque no tiene nada que esconder ni nada de grosero. Bendito tu eres puede ser disfrutado libremente por la familia porque no tiene un lenguaje procaz ni subido de tono. No es un espectáculo que le pueda faltar el respeto a un chico que no tiene aún la capacidad de entender ciertas cosas.

¿Cómo fue tomado en el mundo del fútbol tu incursión en Bendito tu eres?

–Bien. Muchos me dicen: “sos un crack” o “te animás a todo”. También están lo que me opinan: “vos estás loco”, pero en definitiva es mi vida y si me hace feliz a mí y mi círculo chico está contento viéndome así, ya está. El resto, son solo opiniones.

¿Consultaste con tu mujer y tus hijos antes de tomar la decisión de participar en el espectáculo?

–Sí, por supuesto, como consulto todo. Fue unánime: si a mí me hacía feliz tenía que hacerlo. Por supuesto que me hicieron un montón de preguntas.

¿Por ejemplo?

–Y… mi familia, como la mayoría de la gente, querían saber si me tenía que desnudar. “¿Terminás desnudo al final del espectáculo?”, me preguntaban.

¿Y? ¿Terminás desnudo al final del espectáculo?

–Mmm… más no te puedo responder.

Maradona supo ser espectador de los shows de Flavio Mendoza, ¿te hubiera gustado tenerlo en la platea en tu debut, este sábado?

–Sí, me hubiera encantado, pero no por mí sino porque significaría que Diego está vivo.

¿Te imaginás cuál habría sido su opinión?

-Me hubiera abrazado y felicitado como siempre. Sin dudas, hubiera aprobado este desafío.

Agradecimiento: Broadway Hotel & Suites

Gustavo Lladós/La Nación 

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