La organización ambientalista se solidarizó con los campesinos y el Grupo de curas en Opción por los pobres por el brutal ataque sufrido el domingo cuando la parroquia San Isidro Labrador, en la localidad de Forres en Santiago del Estero, fue quemada. Su párroco Sergio Raffaelli apoya a las luchas campesinas.
El Movimiento Campesino de Santiago del Estero – Vía Campesina (MOCASE-VC) mantiene una disputa por tierras con empresarios de la zona, como el dueño de la gaseosa Manaos, cuyo caso de desmonte ilegal fue denunciado por Greenpeace en el Informe Desmontes SA parte 3. (1)
Según los campesinos, el ataque se trata de una represalia por parte de empresarios, porque los sacerdotes de la parroquia difundieron fotos, videos y cartas en las que hablaban de los ataques del dueño de Manaos.
Greenpeace comparte el repudio a todo tipo de violencia e insta a respetar el derecho de libertad de expresión y el respeto a los derechos de los campesinos, habitantes de los últimos relictos de bosques nativos de Santiago del Estero.
Asimismo, la organización recuerda que no recibieron respuesta a la carta que le enviaron a la gobernadora de Santiago del Estero en junio de 2016 por la creciente violencia hacia el sector campesino (2).
Según Greenpeace, el avance de los desmontes ilegales está asociado al incremento de los conflictos violentos por parte de desarrolladores agropecuarios que buscan desalojar a comunidades. Desmontar es un crimen asociado al desarraigo social y su avance evidencia complicidad entre las autoridades y los terratenientes que se apropian de campos. Por eso, Greenpeace propone una ley de Delitos Forestales que frene los desmontes ilegales al considerarlos un crimen. (3)
