Días atrás el gremialista petrolero y senador Guillermo Pereyra fue el centro de una investigación periodística en la que se revelan sus múltiples negocios en Neuquén, así como su historia de líder sindical. Para defenderse de quienes lo acusaban de haberse enriquecido con sus actividades, Pereyra no tuvo mejor idea que establecer distancias entre su persona y la del empresario kirchnerista hoy detenido Lázaro Báez.
“Mi familia no es Lázaro Báez. Las cuentas están claras”, dijo Pereyra a Radio Universidad Calf de Neuquén, al ser preguntado acerca de sus múltiples intereses empresariales por fuera de la política y el universo gremial. Pereyra es además uno de los hombres de mayor peso dentro del partido regional MPN.
Pocas horas después el gremialista recibió una Carta Documento de parte del abogado Maximiliano Rusconi, representante del empresario K, en la que se lo intima a rectificar sus dichos.
“Las desafortunadas expresiones resultan cuanto menos imprudentes ya que, como es de público conocimiento, el señor Báez mantiene incólumes su estado de inocencia sin haber sido condenados por delito alguno. Aún más, aquellas piden que se llegue a juicio oral para que se despeja las dudas que pueda existir sobre él”, indica el escrito optimista de Rusconi.
Báez está preso desde abril del año pasado, multiprocesado y embargado. Esto no hizo mella en el espíritu de su abogado, el mismo que defendió a Diego Lagomarsino, el técnico informático que le dio el arma de donde salió el disparó que lo mató al fiscal Alberto Nisman.
En la Carta Documento, Rusconi intima a que en el plazo de 48 horas, Pereyra rectifique o ratifique sus dichos para determinar las acciones legales a seguir.
En el texto, Rusconi hace alusión a “la enorme responsabilidad que significa ser representante de una provincia a nivel del Senado y, al mismo tiempo, ser representante de los derechos laborales de un gremio”. “Se refirió de un modo sumamente lesivo al honor de Báez y de su familia. Nos parece de la peor calaña moral lo acaba de hacer este señor a una persona que está sumamente castigada como Lázaro Báez”, concluyó el abogado.
El diario Río Negro publicó esta semana una extensa investigación que detalla la biografía del senador y gremialista desde sus principios hasta la actualidad. En este contexto cuenta los innumerables negocios que están en manos de sus hijos y que lo han convertido básicamente en un hombre de fortuna. Es recordada todavía la foto de 2014 en que Pereyra apareció sentado justo detrás del futbolista Cristiano Ronaldo en la pelea entre Sergio “Maravilla” y Miguel Angel Cotto. Una entrada, como es claro, reservada solo para personas muy importantes.
El senador y gremialista Guillermo Pereyra, arriba a la izquierda, a un metro de Cristiano Ronaldo y su novia, en una pelea de Maravilla Martínez en el exterior.
No es la primera vez que el sindicalista, en muy buenas relaciones con el presidente Mauricio Macri, critica abiertamente a Báez. En mayo de 2015, durante el gobierno de Cristina Kirchner y cuando Báez gozaba de plena libertad, dijo en un programa radial: “Lázaro Báez no va preso porque es un protegido de Cristina Kirchner”. A lo que agregó: “No veo cómo este hombre no está detenido, no lo han citado ni a declarar, tendrían que llevarlo a la Justicia. Es un testaferro de la presidenta, nada más, ¿cómo sacó tanto dinero al exterior, tanto dinero?”, indicó entonces.
Claudio Andrade/Clarín
