En seis años de amor, Guillermina Valdes y Marcelo Tinelli supieron arreglárselas para formar una gran familia ensamblada, que se conformó con la llegada de Lorenzo y las ganas de agrandarla no disminuyeron.
Aunque él ya es papá de Micaela (29), Candelaria (27) —producto del matrimonio del conductor con Soledad Aquino—, Francisco (19) y Juana(15) —fruto de su vínculo con Paula Robles— y ella es mamá de Paloma(17), Dante (15) y Helena (12) —producto de su relación con Sebastián Ortega (44) —, la exitosa pareja no deja de lado su deseo más profundo: adoptar.
“Es un deseo que tengo desde hace tiempo. Sé que es difícil el trámite de adopción, pero siento la necesidad de hacerlo. Hay tantos chicos con carencias que no lo puedo creer. Marcelo trabaja con una persona de hogar en tránsito y el acto de servicio y amor que realiza, me conmueve”, confesó Guillermina a revista Caras y agregó: “Hoy son estas las personas que admiro y de las que más aprendo”.
Al ser consultada sobre cómo se las ingeniaron para mantener a una familia tan numerosa y profundamente unida, la diseñadora reveló que la clave es respetar los espacios.
“Tenemos nuestra habitación (matrimonial) en el piso de Marcelo, donde dormimos todas las noches juntos y distribuimos a los chicos en pisos separados”, explicó Valdes, es decir, ella tiene a sus cuatro hijos en el piso 10, mientras que los cuatro de Tinelli están en el suyo.
Para la diseñadora, es fundamental “conservar lo nuestro y no invadir el resto de la familia. Queríamos que la unión se diese de a poco, naturalmente. Hoy estamos tan bien así que no queremos cambiarlo. No digo que sea la mejor forma de convivir, sino la que a nosotros nos resultó”.