«A veces dicen que vivimos en un país desarrollado. Hay que saber convivir con aquellos que tienen mentalidad de subdesarrollados», dijo Barros Schelotto, visiblemente molesto, e insistió en que fue «una falta de respeto total».
El entrenador fue a la Fundación Favaloro y al salir una de las empleadas le pidió una foto, pero al posar se tomó la cintura con tres dedos, en referencia a los goles de River en La Bombonera.
La imagen se viralizó muy rápidamente en las redes sociales y fue reproducida en gran cantidad de medios de comunicación.
La fundación emitió un comunicado en el que «lamenta profundamente la actitud irrespetuosa e inaceptable de uno de sus empleados, al difundir una fotografía agraviante de un paciente», y pide «públicamente disculpas a todas aquellas personas que se hayan sentido afectadas».
Desde la entidad señalaron que tomarán «las medidas correspondientes teniendo en cuenta la magnitud del hecho, siguiendo los lineamientos que marca nuestro código de ética, nuestros valores, y por supuesto en el marco de la ley».
Fuente: MinutoUno