«Hablen conmigo». Con dos palabras y un gesto Alberto Fernández marcó un antes y un después en el vínculo del peronismo con el campo, un conflicto heredado de su candidata a vice, Cristina Kirchner. Después de escuchar la descripción que le hicieron Dardo Chiesa (Confederación Rural Argentina); Daniel Pelegrina(Sociedad Rural); Carlos Achetoni (Federación Agraria) y Carlos Iannizzotto(Coninagro) les pidió a cada uno de los integrantes de la Mesa de Enlace que anotara su número de teléfono. Entre las primeras promesas que les hizo una fue atenderlos personalmente, otras fueron seguir escuchando, analizar el documento que le entregaron y no repetir ninguna medida del pasado.
Aunque suele recordar que el autor de la 125, Martín Lousteau, hoy es candidato a senador por Juntos por el Cambio, Fernández hizo su mea culpa ante sus interlocutores, les aseguró que cualquier medida que tomara (si gana las elecciones generales como ganó las PASO) las tomaría conversando previamente con el sector y les propuso trabajar «juntos». Eso gustó a sus visitantes que calificaron como «muy buena» la charla y dijeron estar «muy conformes».
«Nos dijo que no hay espacio para volver al pasado», contó luego Pelegrina que también se mostró dispuesto a mantener el puente. Iannizzotto coincidió: «Abordamos cómo mirar hacia adelante» y destacó que Fernández hubiera leído previamente el documento que la Mesa de Enlace ya llevó a Mauricio Macri y a Roberto Lavagna. «Quedamos en construir una agenda», agregó.
Cuando llegó a su oficina a las 10.05 de la mañana Fernández ya había hablado con Cristina Kirchner, que todavía está en Cuba y regresa mañana a Buenos Aires. Hablaron de las últimas noticias como los anuncios del Gobierno nacional. Después tuvo otras reuniones y un rato después del mediodía se sentó frente a los cuatro representantes del sector agroindustrial acompañado por Santiago Cafiero, su coordinador de campaña, y Cecilia Todesca Bocco, una de las economistas con las que más cerca trabaja. No estuvieron ni Guillermo Nielsen ni Emmanuel Alvarez Agis, más dedicados a cuestiones de deuda y a ser enlace con el ministro Hernán Lacunza.
«Hoy se cerró un capítulo, hablamos para mirar para adelante», le dijo Chiesa a Infobae visiblemente satisfecho con el resultado del encuentro.
Antes y después de la reunión, el candidato a presidente del Frente de Todos se sentó a charlar con Javier de Urquiza que no estuvo acompañándolo en la mesa pero hizo gestiones para que el diálogo fluyera. De Urquiza fue Secretario de Agricultura de Cristina Kirchner y como Alberto Fernández dejó su cargo en el gabinete molesto con la Resolución 125 y el conflicto con el campo del año 2008. Actualmente es Presidente del Consejo Agrario de Santa Cruz y voló a la Capital para trabajar ‘a préstamo’ para este encuentro. Fue el intermediario para que Fernández leyera y analizara los 14 puntos que preocupan al campo y para que todos finalmente pudieran conversar y acercar posiciones. Es parte del equipo del candidato aunque no el único que conversa en su nombre con el sector.
«Nos aseguró que no está enfocado en políticas antiguas que no dieron ningún resultado», replicaron al salir los cuatro dirigentes que intentaron dar entrevistas juntos, para mostrar su unidad, pero ante la gran requisitoria periodística empezaron alternándose y posaron los cuatro para las imágenes pero terminaron dando entrevistas de a uno. En esas políticas que se desecharían incluyeron la polémica por la Junta de Granos. Las retenciones sin embargo se mantendrían hasta el 2020, mientras, según dijeron que les dijo el candidato, se avanzaría en una reforma impositiva para todos los sectores y que supla el ‘bache’ que dejarían las retenciones.
Los representantes de las cuatro entidades hablaron de la necesidad de un país federal. Fernández les dijo que piensa al campo más allá de la pampa húmeda. Y Chiesa le mencionó las dificultades de la Patagonia «a pesar de que hubo muchos funcionarios patagónicos» en materia de infraestructura.
Fernández mencionó uno de los ejes que tendrá: una economía competitiva, rentable, integral y federal que permita el desarrollo y ampliar el país. No dejó de advertir que en la situación actual será necesario generar dólares para pagar deuda y esos dólares, asintieron todos los presentes, los aportarían el campo, Vaca Muerta y el sector minero con la producción de litio y silicio, tema este último que llevó a Fernández a mantener un encuentro con empresarios mineros hace pocos días.
Antes de salir de la oficina de México 337, Pelegrina, Chiesa, Iannizzotto y Achetoni se quedaron conversando un rato más, de pie, con el candidato. Cuando atravesaron la puerta uno de ellos miró el reloj para avisarles la hora y advirtieron que habían estado casi 90 minutos adentro. Fue evidente que eso les gustó pero más escuchar que Fernández les manifestara su desacuerdo con mecanismos de intervención y que prometiera una política «agresiva» desde Cancillería para colocar productos en el mundo.
Tras la retrospectiva de Fernández, y las diferencias no superadas hasta ahora, razón por la que no estuvo en la exposición Rural, y de la exposición de cada uno sobre su respectivo sector, el candidato intentó alejar fantasmas de intervenciones. «Sí le preocupa que los precios excesivos se trasladen a la mesa de los argentinos», contó a Infobae uno de los integrantes de la Mesa de Enlace a quien no le pareció mal que la baja de inflación y la cadena de precios esté en las negociaciones.
El seguro agrícola, la ley de emergencia, la ley de semillas, herramientas para la Patagonia, fueron algunos de los problemas que llevó el campo. «Nosotros también nos lo debíamos, no sólo él», respondió a Infobae otro de los invitados que dio por saldada la vieja pelea y que calificó como «una señal muy fuerte» que Fernández les haya dado su número de teléfono para tener una línea directa. De todos modos y con muchos amigos en el Gobierno, Pelegrina recordó que «es un candidato que tiene que refrendarse en las urnas».