Hallaron el cuerpo de Guillermo Vargas Aignasse, desaparecido en 1976

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El legislador Guillermo Vargas Aignasse había sido capturado por las fuerzas represivas en 1976, en tiempos de dictadura militar, y, tras su muerte, fue arrojado a una fosa común del centro clandestino de detención conocido como Pozo de Vargas.

Recientemente, uno de sus hijos, Gerónimo, recibió la notificación de parte del Juzgado Federal Nº 2, que encabeza Fernando Poviña, de que el análisis de ADN realizado del segundo metatarsiano de un pie derecho completo de su padre, encontrado en una media, dentro de la fosa, coincidió en un 99,9% con el perfil genético de la sangre extraída a sus hermanos Guillermo y Mariana. Así lo estableció en un informe el Equipo Argentino de Antropología Forense, suscripto por su presidente, Luis Fondebrider.

El ex militar Antonio Domingo Bussi -interventor de Tucumán entre 1976 y 1978 y gobernador elegido por el voto popular entre 1995 y 1999- murió el pasado 24 de noviembre habiendo sido condenado a cadena perpetua únicamente por ser coautor, junto con el también represor Luciano Benjamín Menéndez, de la desaparición de Vargas Aignasse, en 1976.

En esta causa, Bussi y Menéndez fueron sentenciados en agosto de 2008 por violación de domicilio, privación ilegítima de la libertad agravada, tormentos reiterados, desaparición forzosa, homicidio calificado, asociación ilícita y genocidio, cargos que el Tribunal Oral Federal de Tucumán consideró de lesa humanidad.

Luego de conocer la noticia, Gerónimo Vargas Aignasse reflexionó que la condición de desaparecido es la peor a la que se puede someter a un ser humano. «Es el limbo del horror», dijo.

Restos óseos en Tucumán

Por otra parte, una fosa común con restos de desaparecidos en la dictadura fue descubierta dentro del ex Arsenal Miguel de Azcuénaga del Ejército, donde funcionó el mayor centro clandestino de detención y exterminio de la provincia de Tucumán, informaron hoy fuentes judiciales.

La excavación realizada en el predio castrense encontró «restos óseos calcinados» así como «cuerpos completos en diferentes posiciones, varios de ellos atados en las extremidades superiores, algunos con presencia de proyectiles de arma de fuego y vainas asociados directamente».

Los investigadores judiciales presumen que esa tumba colectiva contiene restos de personas secuestradas, muchas de las cuales fueron ejecutadas en persona por el fallecido represor Domingo Bussi, quien solía disparar en la nuca a los prisioneros, y por sus subordinados de la represión ilegal.

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