También se hallaron dos sellos, uno con diseños de una cara antropomorfa y otro con la cara de un jaguar, consignó la agencia AFP.
Cómo se encontraba el cuerpo
El cuerpo y las ofrendas estaban recubiertas por al menos seis capas de ceniza y tierra, a manera de relleno de la tumba, un hoyo circular de tres metros de diámetro y un metro de profundidad.
«El hallazgo es súper importante porque es uno de los primeros sacerdotes que empieza a controlar los templos en los Andes del norte del país», declaró el arqueólogo japonés Yuji Seki, quien trabaja desde hace 18 años en ese sitio.
Los investigadores estiman que el sacerdote vivió hacia el año 1.000 a.C.
«Tenemos que corregir nuestra idea» porque ya entonces «aparecieron líderes poderosos en los Andes», aseguró Seki.
En septiembre de 2022, el mismo grupo de arqueólogos descubrió la tumba del «Sacerdote de los Pututos», de más de 3.000 años de antigüedad, junto a instrumentos musicales hechos con conchas marinas.
Los pututos o pututus son unas caracolas que los habitantes del antiguo Perú hacían sonar como trompetas.
Pacopampa, ubicado a 2.500 metros de altitud, tiene una extensión de 1,5 kilómetros y está compuesto por nueve edificios de piedra tallada y pulida, junto con escaleras.
En el mismo sitio arqueológico fueron hallados otros entierros, como el de la «Dama de Pacopampa» en 2009 y los de los dos «sacerdotes de la Serpiente Jaguar» en 2015, que se estima datan de unos 700 a 600 años a.C.
En las investigaciones en Pacopampa participan arqueólogos del Museo de Etnología de Japón y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Perú.
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