La propuesta de reforma legislativa que habilita la extradición a China continental sigue sumando resistencias en la población de Hong Kong, que hoy realizará un paro general.
Las movilizaciones comenzaron ayer y los primeros en empezar fueron los escritores del grupo Pen Hong Kong, quienes iniciaron una huelga de hambre de 24 horas.
El presidente del Consejo Legislativo de Hong Kong, Andrew Leung, anunció que los diputados no votarán el texto hasta el jueves de la semana que viene.
En tanto, una huelga general está prevista para hoy, bajo el nombre “Huelga 612”, en referencia al mes y el día de la medida de fuerza, convocada por sindicatos de transporte público, aviación, docentes, la iglesia católica, hospitales, del sector de la asistencia social y de la Confederación de Sindicatos.
Cientos de establecimientos, restaurantes, tiendas de comestibles, libros y cafeterías anunciaron su intención de unirse a la huelga, así como sindicatos de profesores y escuelas, pequeños hoteles, bufetes de abogados, trabajadores sociales, entre otros.
Peligros
El resistido proyecto de ley fue propuesto en febrero y, con una votación final prevista para el fin de julio, permitiría a la Jefatura del Ejecutivo y a los tribunales de Hong Kong tramitar las solicitudes de extradición de jurisdicciones sin acuerdos previos –en particular, China y Taiwán– y sin supervisión legislativa.
En teoría, los tribunales locales revisarían los casos de manera individual y podrían usar poder de veto para impedir ciertas extradiciones, mientras que el Ejecutivo hongkonés insiste en que el texto intentar tapar un vacío legal. Los detractores de las enmiendas sobre extradición afirman que los cambios debilitarán de forma significativa la independencia legal del territorio, considerada durante años como una de las principales diferencias entre Hong Kong y la China continental.
La propuesta hizo saltar las alarmas de grupos de defensa de los derechos humanos, así como de ciudadanos y trabajadores de infinidad de sectores,que creen que con ella China podría abusar del mecanismo de extradición para ahogar la disidencia.
Resistencias
Las voces críticas creen que la norma dejaría a los residentes en Hong Kong en peligro de verse atrapados por el sistema judicial chino, donde se ha acusado a opositores del Partido Comunista de delitos económicos o cargos poco concretos relacionados con seguridad nacional.
La iniciativa se ha convertido en un símbolo de los temores por el creciente control de Beijing sobre la excolonia británica, a la que se prometió que conservaría sus instituciones legales y sociales durante 50 años después de su devolución a China en 1997.
El diario South China Morning Post indicó que está previsto desplegar 5.000 agentes de policía para contener las protestas, que el pasado domingo juntaron a más de un millón de manifestantes, según los organizadores de la marcha (unos 250.000, según la policía).