«En los ensayos de la obra, hasta ahora nadie me dijo: ‘¡No se te escucha!’. Así que funciona». Hugo Arana está entusiasmado. Se le nota en la voz, y no es poca cosa. «En el 2010 y el 2011 tuve dos operaciones por una verruga en una cuerda (vocal), lo cual me tuvo meses haciendo foniatría. Y después me operaron del corazón, y se me paralizó la cuerda izquierda por la intervención. También fueron meses para hacer que la cuerda vuelva funcionar», le contó el actor a Catalina Dlugi, en el programa Agarrate Catalina, de La Once Diez.
De allí que subir al escenario del Multiteatro y poder actuar a viva voz, lo moviliza. Y además está Todas las rayuelas, la obra en cuestión, que lo atrapó porque tiene «una ternura conmovedora», y protagonizar «es una gran alegría que ni siquiera pasa por el orgullo». Pero, ¿cuál es su papel? Se trata de un hombre que viene de España cargando distintas ediciones de Rayuela, el clásico de Julio Cortázar. «Y lo detienen por eso: una persona con libros es sospechosa», dice Arana, quien tiempo atrás se llevó un gran disgusto para la falsa noticia de su muerte, difundida en Twitter.
Sagaz analista de la realidad, el ex La tregua y El santo de la espada, entre tantos papeles recordados en el cine, acercó una crítica. «Buenos Aires es la ciudad del mundo con mayor cantidad de espectáculos teatrales. Hay casi 400 espectáculos anuales. Pero esto no es noticia porque es una buena noticia, y eso parece que no conviene. Las malas noticias sí, (porque) fragilizan, hacen temer a una sociedad, se pierden la dignidad y la esperanza. Y en ese estado, a una comunidad se la puede manejar como se quiera», concluyó Hugo.