Hugo Sigman: «Así como está, no creo que la Argentina pueda recibir nuevas inversiones»

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Hugo Sigman es un megaempresario argentino, pero tiene una historia particular que quizás dista del camino habitual que suelen hacer los hombres de negocios que triunfan en el exterior.

Médico psiquiatra de profesión, fue en 1977, luego de escapar de la dictadura argentina, cuando Sigman tuvo su primer acierto junto a su mujer, la bioquímica Silvia Gold. Fundaron Chemo, un laboratorio de investigación, desarrollo y producción de medicamentos que introdujo una mirada novedosa al mercado que unía a la medicina y a la psicología. El resultado fue un éxito: medicamentos de alta calidad a un precio accesible.

Cuarenta años después, las empresas de Sigman operan en 40 países y en distintas áreas de la economía. Producen medicamentos, vacunas y productos biotecnológicos para uso humano y veterinario. Impulsan tratamientos innovadores para el cáncer, editan libros, revistas y películas –estuvieron detrás de la taquillera Relatos Salvajes– y desarrollan actividades agropecuarias y forestales con un celoso apego por el cuidado de tierras y bosques.

La expertiz del disertante explica no solo la expectativa que generó su disertación realizada el miércoles en la embajada de España en Buenos Aires sino también la importancia de la descripción que realizó de los contratiempos que atraviesa la economía argentina.

«Así como está, no creo que por ahora el país pueda recibir nuevas inversiones», introdujo, ante un auditorio colmado donde tomaban nota, atentos, empresarios como José Urtubey, George Mandelmbaum y José Cartellone; y ex embajadores como Ginés González García, Jorge Arguello y Fernando Petrella, entre otros.

Y desarrolló: «Las inversiones llegan cuando hay mercado interno o cuando existen condiciones para ser competitivos en las exportaciones. Eso en la Argentina solo se cumple en el campo».

Fue el ex senador Eduardo Menem quien se interesó en preguntar sobre la llegada de los «brotes verdes» esperados por la gestión de Mauricio Macri y los mecanismos adecuados para seducir a los hombres de negocios que aún no ven a la Argentina como un terreno fértil para sus intereses.

«El mejor estímulo para la inversión extranjera es que los empresarios argentinos inviertan. Hay muchos proyectos de inversión, pero el país no tiene un plan estratégico y de desarrollo. El gobierno anterior tuvo un relato. Al actual le falta contar un sueño», contestó Sigman.

La próxima semana, el Mercosur y la Unión Europea realizarán discusiones técnicas con el objetivo de sellar un acuerdo de asociación birregional antes de fin de año. Con prudencia, Sigman admitió que «la globalización es inevitable»,  pero advirtió: «No puede hacerse un acuerdo a lo bestia, debe haber períodos de transición en el tema agrícola y en otros sectores».

Sigman fue presentado en la sede diplomática como un hombre «de película». Es que su compañía produjo la taquillera Relatos Salvajes y tiene entre sus proyectos futuros a «La Cordiller» y un filme sobre el ex presidente uruguayo José «Pepe» Mujica: El Último Héroe.

El empresario calificó como extraordinaria la reciente visita del presidente Macri a España y dejó un mensaje que trasciende a la economía y apunta a tanto a Cambiemos como a la oposición: «Si bien en España hay conflictividad política como en toda democracia, existen principios de respeto mutuo, de mantener la convivencia, de que el sentimiento de España predomine sobre las rivalidades. Los países no pueden vivir con divisiones profundas de la sociedad y no se puede vivir solo con tecnócratas financieros que analicen la realidad política del país».

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