El presidente de Estados Unidos, Donald Trump , atacó en Twitter a la alcadesa de San Juan, capital de Puerto Rico, un día después de que rogara por ayuda para paliar la crisis humanitaria que dejó el devastador paso del huracán María y criticara la respuesta del gobierno federal.
«Estoy suplicando, suplicando a cualquiera que nos oiga que nos salve de la muerte», había dicho la alcaldesa de San Juan, Carmen Yolín Cruz, furiosa, con la voz entrecortada, en el epílogo del viernes, casi diez después del golpe de María. «Si alguien nos está escuchando, estamos muriendo. Y nos están matando con su ineficiencia, y su burocracia», continuó.
El desesperado pedido de ayuda de Yolín Cruz llegó mientras Trump viajaba desde Washington a su golf resort en Bedminster, Nueva Jersey, donde pasará el fin de semana. Desde allí, Trump atacó a la alcaldesa, a quien acusó de una «pobre capacidad de liderazgo» y de seguir órdenes de los demócratas de atacarlo.
De paso, Trump cargó contra las autoridades puertorriqueñas al afirmar que «quieren que todo se haga por ellos cuando debería ser un esfuerzo comunitario». También atacó a los medios por la cobertura de la crisis.
La mitad de la población de Puerto Rico, unos 3,5 millones de ciudadanos norteamericanos, carece de acceso a agua corriente. Además, hay escasez de alimentos, medicamentos, combustible, y la mitad de los hospitales está cerrado y no hay electricidad. El general a cargo de coordinar la respuesta federal, Jeffrey S. Buchanan, ha dicho que el Pentágono enviará más ayuda, pero que la asistencia es aún insuficiente para contener la crisis humanitaria.
«La alcaldesa de San Juan, que fue muy elogiosa hace sólo unos días, y ahora los demócratas le han dicho que debe ser desagradable con Trump», escribió el mandatario estadounidense en Twitter a las 7.19 de la mañana.
«Una tan pobre capacidad de liderazgo por parte de la alcadesa de San Juan y otros en Puerto Rico, que no son capaces de lograr que sus trabajadores ayuden. Ellos quieren que todo se haga por ellos cuando debería ser un esfuerzo comunitario. 10.000 trabajadores federales ahora en la isla haciendo un trabajo fantástico», cerró.
«No tengo tiempo para distracciones», respondió Yolín Cruz. «Para lo único que tengo tiempo es para que la gente consiga ayuda», agregó.
Las críticas a la tardía reacción del gobierno de Trump a la crisis humanitaria en Puerto Rico arreciaron en los últimos días. Una comparación despuntó una y otra vez: el desmanejo que mostró el gobierno de George W. Bush a la tragedia que dejó el huracán Katrina en Nueva Orleans, en 2005. Al igual que a Bush en ese entonces, ahora a Trump le cayó la acusación de que no le importa la gente pobre y las minorías raciales.
«El presidente ha demostrado de nuevo que le importa un diablo la gente pobre, la gente de color», dijo el general retirado Russell Honoré, quien lideró la operación militar para responder a la crisis de Katrina. «Odio decirlo así, pero no hay otra forma de decirlo», agregó.
La Nación
