Autoridades municipales inspeccionaron la obra de desagüe que se construye en el barrio Villa Griselda como parte de un plan integral de infraestructura que tiene como objetivo mejorar el drenaje de agua y resolver los problemas de anegamiento que afectan a la zona durante la temporada de lluvias.
La obra comprende un sistema de desagüe que inicia en la intersección de avenida Belgrano y Pedro León Gallo, extendiéndose hasta el Boulevard Antenor Álvarez, recientemente inaugurado, y alcanzando la calle Roca, en los barrios Besares y Libertador.
Desde allí, se conecta con otro desagüe en la calle Buenos Aires, que finalmente desemboca en la calle Rebotaro. Con esta red de desagües interconectados, se espera mejorar significativamente el drenaje en épocas de lluvias intensas, aliviando a los vecinos de problemas de inundaciones recurrentes.
En la calle Buenos Aires, se están colocando caños de un metro de diámetro para asegurar una mayor capacidad de flujo de agua en el sistema de desagüe.
«Éstas son obras que muchas veces no se ven pero que cumplen una función fundamental para la seguridad y bienestar de los vecinos,» destacó el Intendente Roger Nediani.
La infraestructura subterránea permitirá evacuar el agua de manera más eficiente y prevenir las acumulaciones que suelen generar problemas en los barrios aledaños.
“Sabemos que había deficiencias en los sistemas de desagüe de la ciudad, y nuestra gestión se comprometió a resolverlas. Este tipo de obras forman parte de nuestro plan para mejorar la infraestructura y elevar la calidad de vida de los ciudadanos”, afirmó.
El desagüe beneficia a los barrios Villa Griselda, Palermo, Fraternidad y Villa Inés.