Mubarak, de 83 años de edad, quien también había aparecido en camilla los pasados 3 y 15 de agosto, llegó en una ambulancia al tribunal que lo juzga por acusaciones de corrupción y asesinatos.
El proceso contra Mubarak entró el lunes en una nueva fase, con el inicio de las audiciones a los testigos para determinar su responsabilidad en la muerte de manifestantes durante la revuelta que acabó con su régimen a principios de año.
El objetivo de la comparecencia de los testigos es determinar si la orden de disparar contra los manifestantes durante los acontecimientos de enero y febrero, que acabaron con la salida del poder de Mubarak, fue dada o no por el ex hombre fuerte del régimen. La represión de la revuelta social provocó 850 muertos, según las cifras oficiales.
De ser declarado culpable, Mubarak podría ser condenado a la pena capital.