Los partidos independentistas en Cataluña propusieron este lunes un pleno parlamentario el jueves para «analizar la agresión institucional» que según ellos supondría la intervención de la autonomía regional que prepara el gobierno español, informó el portavoz de la mayoría parlamentaria.
Según Lluís Corominas, portavoz parlamentario de la coalición en el poder Junts pel Sí, el pleno podría alargarse hasta el viernes, cuando se reúne el Senado español para aprobar la destitución del gobierno regional propuesta por el ejecutivo central de Mariano Rajoy.
El jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, solicitó este sábado al Senado la facultad para disolver el Parlamento catalán y convocar elecciones en Cataluña, así como el cese del presidente catalán, Carles Puigdemont, y todo su gobierno, en el marco de las medidas excepcionales con las que pretende abortar el dramático proceso de secesión emprendido por la región.
Horas después, Puigdemont señaló en una declaración institucional emitida por el canal regional TV3: «No podemos aceptar este ataque». El mandatario catalán participó junto con los miembros de su gobierno de una nueva manifestación masiva que tuvo lugar en Barcelona para exigir la libertad de los dos líderes secesionistas encarcelados el lunes.
El líder secesionista llamó a los catalanes a defender las instituciones ante el intento de Rajoy de «liquidar el autogobierno», y anunció la convocatoria de una sesión parlamentaria para debatir los pasos a seguir, dejando abierta la puerta a la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) que reclamó en las calles el movimiento secesionista.
Más temprano, Rajoy anunciaba en conferencia desde el Palacio de la Moncloa las medidas que había aprobado en un consejo de ministros extraordinario para intervenir en la norteña región al amparo del artículo 155 de la Constitución española.
«La facultad de disolver el parlamento de Cataluña pasa al presidente del gobierno, que tendrá un plazo de seis meses para convocar elecciones», afirmó Rajoy.
«Mi objetivo es hacerlo tan pronto como se recupere la normalidad», dijo el presidente del gobierno español respecto a su compromiso de convocar comicios anticipados, sin ir más allá, después de que en la víspera el opositor Partido Socialista (PSOE) adelantó que la fecha prevista era enero.
La siguiente medida que detalló Rajoy es el «cese del presidente del presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, del vicepresidente, Oriol Junqueras, y el resto del gobierno regional».
Además, Rajoy afirmó que el Parlamento de Cataluña no se disolverá sino que «ejercerá su función representativa», pero la presidenta de la cámara -Carmen Forcadell- no podrá proponer un candidato a la presidencia del gobierno catalán ni celebrar debate o votación de investidura. Tampoco se podrán aprobar iniciativas «contrarias a la Constitución Española», remarcó.
La cámara catalana perderá, asimismo, la potestad de controlar a los responsables que ejerzan las funciones del gobierno catalán, que estará a cargo de los ministerios españoles correspondientes.
El artículo 155 faculta al Ejecutivo a tomar todas las medidas necesarias contra cualquiera de las regiones autónomas que violara las leyes que rigen su autogobierno o la Constitución y que pusiera en riesgo el interés general.
Su aplicación, algo inédito en casi 40 años desde que España recuperara su democracia, debe ser aprobada por mayoría absoluta del Senado. El Partido Popular (PP) de Rajoy tiene precisamente mayoría absoluta en la cámara, y en este asunto contará también con el apoyo de otros grandes partidos, lo que le garantiza su aprobación por amplio margen.
El pleno del Senado en el que aprobarán las medidas se celebrará el viernes 27 de octubre a las 10 de la mañana. Previamente, el martes se reunirá la comisión que analizará el plan del Ejecutivo, y que dará plazo hasta el jueves a Puigdemont para presentar alegaciones o defenderse de forma presencial.
La amenaza de hace dos días de Puigdemont de que el parlamento catalán votaría la declaración unilateral de independencia si el gobierno español no iniciaba un diálogo, llevó a Rajoy a tomar el camino drástico de la suspensión de todo el gobierno catalán, que será dirigido temporalmente por las autoridades de Madrid, con la meta puesta en unas elecciones regionales anticipadas.
«No se suspende la autonomía», sino que «se cesa a las personas que han puesto a ese gobierno fuera de la ley. No se acaba con el autogobierno», subrayó el líder conservador, antes de recordar que todas las medidas que su gobierno llevará al Senado para su aprobación cuentan con el apoyo del PSOE y de los liberales de Ciudadanos.
El Ejecutivo dijo que intervendrá a los Mossos d’Esquadra (policía catalana) al tomar el control de la consejería de Interior catalana, y especificó que «en caso de ser necesario» los agentes serán sustituidos por efectivos de la policía nacional y la Guardia Civil española.
En cuanto a los medios de comunicación públicos catalanes, TV3 y Catalunya Radio, pasarán a manos de gestores del Estado, que ejercerán el control pero sin destituir a sus directivos.
Por otro lado, el Estado central podrá imponer sanciones disciplinarias a los funcionarios de Cataluña que no acaten la aplicación del artículo 155, sin perjuicio de ponerlo en conocimiento de la Fiscalía, según el texto aprobado.
El gobierno de España comparecerá cada dos meses en el Senado para informar sobre la aplicación del artículo 155, según explicó hoy la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Ante la mirada de su gabinete, Rajoy aseguró momentos antes que «no era ni su deseo ni la intención» aplicar el artículo 155, pero se vio obligado a hacerlo porque «el gobierno de ningún país democrático puede aceptar que se ignore y se viole la ley».
«Ante el totalitarismo, hoy más que nunca, defenderemos la democracia y los derechos cívicos y políticos. Ahí nos encontrarán», respondió de inmediato través de su cuenta de Twitter, el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras.
«Intervenidos pero nunca vencidos! Unidad popular para la República ahora. Ni un paso atrás. Sin miedo», manifestó por la misma vía el partido anticapitalista Candidatura de Unidad Popular (CUP), socios viales del gobierno catalán en el proceso de secesión.
Mientras el PSOE y Ciudadanos respaldaron a Rajoy, el líder del partido de izquierda Podemos, Pablo Iglesias, escribió en Twitter que «el bloque monárquico cree mostrar autoridad, pero sólo revela su incapacidad para ofrecer soluciones y aleja aún más a Cataluña de España».
Cadena 3