Debemos acompañar y velar por la dignidad humana de todos y cada uno de nuestros hermanos ciudadanos de cada pueblo. Hoy nos toca hacerlo por MARITO en Quimili..
Otra vez un pibe; otra vez una muerte indescriptible, sin explicación alguna..
Los niños del país aparecen desde hace tiempo retratados en los medios por causas de abuso, maltrato, trata, tráfico, droga, y todo tipo de explotación en su dignidad..
Si vemos el modo como se produjo esta muerte; nos hace pensar en el accionar de un depravado con la mente distorsionada; sin capacidad para la convivencia humana y el respeto por el otro, ¡Cuán lejos de pensar en el “Amor al Prójimo”.
A la sociedad le incumbe la responsabilidad de trabajar por la prevención de futuros violadores, hombres inescrupulosos que no valoran la vida y su inclinación al mal lo va destruyendo lentamente.
No caben dudas acerca de los motivos de la muerte de Marito. El mal está encarnado en quienes han hecho su elección.
Debemos estar atentos a estos grupos de creencias, estilos de vida, droga, orgías, que rinden culto al mal. Todo ello representa en una sociedad la existencia real de una verdadera deshumanización.
El Dios de la Vida y la Misericordia está presente en los hombres de Fe. No nos dejemos ganar por la indiferencia.
En Quimili es hora de juntarnos para pedirle a Dios que nos proteja del mal y de los hombres que nos hacen daño.
Que la Verdad de la muerte de Marito sea el fruto de nuestra Oración y compromiso en el logro de la Justicia.
Que María nuestra madre del cielo que cuida a Marito desde allí. Cuide de todos los niños de Quimili.
Por Infancia Robada.
Hermana Martha Pelloni
DNI 4091820
