«Me han quitado cosas invaluables por su valor sentimental, puedo decir con dolor que los amigos de lo ajeno se han quedado con mi historia». Con esas palabras comenzaba a relatar el dificil momento que le toca atravesar a Raúl Rojas, un vecino del barrio Villa Juana a quien le saquearon y destrozaron su hogar.
Días atrás Rojas dio a conocer su historia a través de las redes sociales, no obstante decidió expresar su sentir ante éstos hechos delictivos y la impunidad a la que se enfrenta una vez más.
En diálogo con LA BANDA DIARIO, Raúl Rojas explicó: «Hace 22 años junto a mi madre Eva Rivero llegamos al barrio Villa Juana a habitar una casa que nos cedían a modo de préstamo pero haciéndonos cargo de todos los impuestos y servicios. Viví mi adolescencia y juventud con grandes proyectos y ansias de superación».
«Hace 14 años -continuó- perdí a mi madre y mi vida siguió en ese que es mi hogar. Siempre trabajé y mi objetivo primordial fue capacitarme, estudiar y quizás ello impidió que pueda realizar grandes inversiones en la vivienda. No obstante logré metas, pero cada una era opacada ante situaciones que me hacían volver a empezar, ya que desde hace 11 años los amigos de lo ajeno se vienen apoderando de mis cosas».
En ese contexto comentó que muchas veces llegó a su casa, ubicada en calle Salta 242, y se encontró con que le habían hurtado un televisor, muebles, ropa, entre otros elementos.
«Siempre era volver a empezar, a pesar de realizar las denuncias correspondientes en la policía jamás pude recuperar nada, entonces tenía que ‘recetear’ de nuevo y trabajar más duro para volver a comprar las cosas que se habían llevado», relató Rojas.
Más adelante explicó, que por razones de trabajo comenzó a viajar a Tucumán y la situación se puso aún más compleja.
«Muchas veces les encargaba a mis vecinos que miren la casa y me informen si algo pasaba; hasta les pedía que estacionen sus vehículos para que vean que si estaba habitada. Un día me llamaron y me contaron que unas personas se presentaron como dueños señalando que habían adquirido la propiedad; en otra ocasión vinieron con papeles falsos intentando venderla, cuando en realidad yo tengo la posesión veinteañal; volví en su momento y solucioné el tema», contó.
El tiempo pasó y la situación se agravó de tal manera que una vez más los vecinos lo contactaron para informarle que había sido víctima una vez más de la delincuencia. «Hoy me encuentro trabajando en la ciudad de San Miguel de Tucumán y estoy imposibilitado de regresar por las medidas sanitarias. Una vez más me informaron que volví a ser blanco de los delincuentes, pero en esta ocasión terminaron de robar mi historia, lo poco que tenía de mi madre y hasta destruyeron mi casa».
Ante este nuevo hecho, Raúl Rojas presentó la denuncia ante el Ministerio Público Fiscal a la espera que por primera vez se pueda esclarecer este hecho.
«Le pido a Dios me de la claridad para llevar a la justicia a estas personas que se burlaron de mí, que no pensaron nunca que cada cosa fue adquirida con sacrficio por una madre que luchó para que su hijo pueda estudiar, por un joven que pensó en capacitarse para cambiar una realidad y hasta tuvo que viajar varios kilómetros para estar mejor. Tengo testimonios, fotos -y a pesar de mi dolor- muchas ganas que todo esto se esclarezca y por primera vez los culpables se responsabilicen por todo el daño que hicieron», concluyó.
