Franco Gavidia es argentino y hasta hace poco tempo vivía en Hungría. Decidió regresar al país debido a la situación que atraviesa el país europeo en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania. Preparó todo y embarcó junto a Coco, su perro.
Luego de 48 horas entre aeropuertos y vuelos, llegaron a Ezeiza pero se toparon con un inesperado y devastador panorama. Las autoridades del Senasa no dejan ingresar a Coco al territorio por faltarle una aplicación de la vacuna antirrábica.
La “solución” que le ofrecen es deportar al animal o sacrificarlo. Gavidia y su familia están desesperados y piden ayuda para que no sea ese el destino del su mascota.
Gavidia, jugador de handball, y su pareja Camila, llegaron hace más de 40 horas al país.
“El vencimiento debe tener de 8 a 9 días de vencido. Hace 45 horas que estoy en el aeropuerto. Le falta, según me dicen, una autorización de un veterinario húngaro diciendo que el perro está sano”.
Fuente: tn