La Oficina de Protección a las Victimas de Violencia Familiar y de la Mujer (OVFyM), comenzó su labor el año 2010, con el fin de generar un espacio institucional para aquellas personas víctimas del flagelo de la violencia.
Desde entonces, el organismo se convirtió en una herramienta útil para la sociedad, situación que se refleja en el número de denuncias que al día de la fecha asciende a 8000.
De acuerdo a las estadísticas realizadas por esta dependencia, la franja etaria más vulnerable se registra en mujeres de 21 a 40 años. Sin embargo, en los últimos años, hubo un notable aumento de jóvenes entre los 18 y 21.
Cabe destacar, que las últimas denuncias, también registraron un llamativo incremento de acusaciones por parte de adultas mayores, cuyas edades oscilan entre los 60 y los 74 y en menor cantidad, las realizadas por adolescentes que van desde los 15 a 17.
Debe destacarse que en el 80 % de los casos, las situaciones de violencia se produjeron en el contexto de una relación de pareja, lo que incluye ex parejas, convivientes, cónyuges y novios.
Sin embargo, todas estas denuncias, no son solo realizadas por mujeres, puesto que en esta dependencia judicial, también ingresan denuncias de individuos de sexo masculino, aunque el porcentaje en relación a las denuncias realizadas por mujeres, es mínimo.
El incremento de las acusaciones en la OVFyM de Santiago del Estero, fue creciendo en consonancia al avance cultural propiciado a partir de la concientización en torno a este gravísima problemática social desde los distintos Organismos del Estado Provincial.
Esta oficina, con el apoyo del Superior Tribunal de Justicia, trabaja en capacitación a través de charlas y talleres realizados en establecimientos educacionales de todos los niveles, para quienes la solicitan desde la actividad pública o privada, trabajando en la concientización y recepción de inquietudes, a través de oficinas móviles en el interior de la provincia.
Las autoridades aseguraron que es importante entender que, uno de los pasos fundamentales para acabar con este estigma, es el reconocimiento público de las diferentes formas en las que se expresa la violencia de género.
Desde este organismo se continúa trabajando con el objetivo definido de velar por una vida libre de violencia, de patrones socioculturales machistas y discriminatorios teniendo como eje rector una perspectiva de género y un enfoque de derechos humanos.
