El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, reafirmó este domingo la postura de su gobierno de que cualquier negociación sobre una segunda fase del alto el fuego con Hamas debe estar “ligada con la liberación de rehenes”, en un momento crítico tras expirar la primera fase de tregua sin acuerdo para continuar.
El ministro israelí enfatizó la disposición de su gobierno para negociar la segunda fase del acuerdo, pero bajo sus términos. “Estamos dispuestos a negociar la segunda fase según nuestros principios”, afirmó, añadiendo que la cuestión fundamental es si Hamas pretende “un alto el fuego gratis, sin que se liberen rehenes”, algo que Israel “no aceptará”.

Al ser cuestionado sobre las consecuencias humanitarias de esta decisión, Saar defendió la medida argumentando que durante el período de tregua ingresó una “enorme cantidad” de ayuda al enclave.
Saar también comparó la condición física de los rehenes liberados con la de los miembros de Hamas durante los intercambios: “Vimos que cuando liberaron a nuestros rehenes, los terroristas y la multitud parecían perfectamente bien. Los únicos que parecían haber pasado hambre eran nuestros rehenes”.
Postura de Hamas

Por su parte, Hamas calificó la propuesta de Netanyahu de alargar la primera fase sin avanzar a la segunda como “un intento flagrante de evadir el acuerdo” y consideró la suspensión de ayuda humanitaria como “un chantaje barato” y “un crimen de guerra” que viola los términos del alto el fuego.
En un comunicado difundido este domingo, el grupo terrorista reafirmó su compromiso de implementar el acuerdo en sus tres etapas originales y su disposición a continuar las negociaciones sobre la segunda fase.
Hamas sostiene que el plan propuesto por Estados Unidos contiene disposiciones que contravienen el acuerdo de alto el fuego alcanzado previamente, el cual contemplaba una segunda fase que conduciría a una tregua permanente. Según el grupo palestino, Netanyahu “pretende tumbar el acuerdo firmado al servicio de sus estrechos cálculos políticos internos” a costa de la vida de los rehenes israelíes.
El comunicado también rechaza las acusaciones israelíes de violación del alto el fuego, calificándolas de “engañosas y sin fundamento”, y hace “un llamamiento a la administración estadounidense para que ponga fin a su parcialidad y alineamiento con los planes fascistas del criminal de guerra Netanyahu”.
Obstáculos en las negociaciones
Las conversaciones sobre la segunda fase del alto el fuego se encuentran estancadas debido a las “garantías” exigidas por Israel y el “derecho a la resistencia” que reclama Hamas, según reveló a EFE una fuente de seguridad egipcia conocedora de las negociaciones.
De acuerdo con esta fuente, no hay certeza de que todas las delegaciones lleguen a El Cairo para continuar con las conversaciones, ya que el gobierno de Netanyahu rechaza implementar condiciones previamente acordadas, como la retirada completa de la Franja y la declaración del fin de la guerra, argumentando que “no hay garantías” de que el grupo islamista entregue a todos los rehenes.

Israel busca garantías de que se ponga fin a la presencia armada de Hamas, algo que el movimiento palestino rechaza al defender su “derecho a la resistencia”, pese a su compromiso de no tener un papel en la gestión de la Franja.
La fuente egipcia destacó también que, en las conversaciones sobre extender la primera fase, Estados Unidos apoyaba implementar las demandas israelíes de entregar más rehenes sin una retirada completa de sus fuerzas. Sin embargo, Egipto y Qatar rechazaron esta propuesta por considerar que “sólo cumple las demandas” de Israel.
Ante las dificultades para acercar posiciones, el enviado especial estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, presentó un plan para extender el alto el fuego durante el Ramadán y la Pascua judía. La propuesta contemplaba liberar el primer día a la mitad de los rehenes vivos y de los fallecidos, y al final del período —si se alcanzaba un acuerdo de alto el fuego permanente— se liberaría al resto.
Este plan recibió el respaldo de Israel y de la administración de Donald Trump, pero fue rechazado por Hamas, cuyos representantes insisten en que “el fracaso de Israel en implementar la segunda fase impide la extensión de la primera” y que “las negociaciones sobre esta nueva etapa aún no han comenzado”.
La primera fase de tregua en Gaza entró en vigor el 19 de enero después de más de 15 meses de guerra, y la segunda debería haber comenzado este domingo con el objetivo de completar la liberación de rehenes y poner fin definitivo al conflicto, pero las negociaciones para iniciarla siguen sin concluir.
Fuente Infobae