El presidente de la Federación Nacional del Colegio de Médicos italiano (Fnomceo), Filippo Anelli, pidió este lunes al Gobierno el cierre total del país ante el estado actual de los hospitales que empiezan a estar colapsados por los números enfermos de coronavirus.
Anelli advirtió de que “si se consideran los datos de esta semana como una tendencia típica y si los proyectamos sin prever mayores incrementos, la situación en un mes será dramática». «Por lo tanto debemos, recurrir de inmediato a un cierre total”, aseguró. “Con la media actual, en un mes llegaríamos a 10.000 muertos más”, alertó.
“O bloqueamos el virus o nos bloqueará porque nos están avisando de que el sistema no aguanta e incluso las regiones ahora amarillas pronto se encontrarán en las mismas condiciones que las zonas más afectadas”, agregó Anelli, en referencia al sistema de colores usado para definir la situación epidemiológica de las distintas partes del país.
Por otra parte, el asesor del ministerio de Sanidad para la emergencia, Walter Ricciardi, también afirmó anoche en un programa televisivo que se necesitan “intervenciones absolutamente rápidas o se avecina una tragedia nacional”.
Las regiones norteñas de Lombardía, Piamonte y el Valle de Aosta y la sureña Calabria han sido calificadas como zonas rojas por el Gobierno. En consecuencia, se les ha aplicado un confinamiento blando con la prohibición de abandonar la región o de salir de casa si no es para ir a trabajar, hacer compras o por motivos de salud o emergencias.
Campania, en tanto, ha sido calificada como zona amarilla y, por tanto, no tiene mayores restricciones. Sin embargo, desde algunos hospitales de la región se elevó la petición de ayuda ante una situación de emergencia en la que se han visto filas de coches con pacientes que esperan para ser examinados.
En consecuencia, el Gobierno está evaluando elevar el riesgo de algunas regiones. Campania es una de ellas. Veneto y Toscana podrían en las próximas horas ser también consideradas zonas naranjas o rojas.
Para Luigi De Magistris, alcalde de Nápoles, en la región de Campania, “proclamar la región como zona roja es lamentablemente una decisión inevitable, de hecho es una decisión tardía”.
El alcalde de Palermo, en Sicilia, Leoluca Orlando, aseguró que se «se avanza hacia una masacre anunciada «.
El Alto Adigio, en tanto, decidió este domingo de manera autónoma considerarse zona roja y aplicar el confinamiento blando que ya existe en otras regiones.
Italia registró este lunes 25.271 nuevos contagios de coronavirus en las últimas 24 horas, una cifra inferior a la que se viene detectando desde hace semanas. No obstante, el boletín del Ministerio de Sanidad refleja que, como cada lunes, se han reportado muchas menos pruebas.
Personas con mascarillas en Milán, Italia, 6 noviembre 2020. REUTERS/Daniele MascoloEn el país se han contagiado ya casi un millón de personas -960.373- desde que se desatara la emergencia a mediados de febrero. De estas, 41.750 han perdido la vida.
En el último día han muerto 356 personas como consecuencia del virus. La cifra también es inferior a los más de cuatrocientos que vienen anotándose en los últimos tres días.
Por otro lado actualmente padecen la COVID-19 más de 570.000 personas en Italia, la gran mayoría aislada en sus domicilios con síntomas leves o sin ellos.
Crece por otro lado la presión hospitalaria y 30.485 personas han necesitado ser ingresadas, 1.296 más que ayer, mientras que 2.849 requieren cuidados intensivos (+100).
Las regiones que registran más casos de coronavirus son Lombardía, epicentro de la pandemia en Italia desde su origen y que ha anotado 4.777 contagios en el último día; Campania (3.120) y Piamonte (2.876).
Italia ha expresado su satisfacción por los progresos de la vacuna de la farmacéutica estadounidense Pfizer y la alemana BionNTech, que se ha demostrado eficaz en el 90 por ciento de los casos probados.
“Las noticias sobre la vacuna anticovid son esperanzadoras pero es necesaria mucha prudencia. La investigación científica es la verdadera clave para superar la emergencia. Mientras el comportamiento de cada uno es indispensable”, opinó el ministro italiano de Sanidad, Roberto Speranza.