Javier Milei dijo a Infobae que la canonización de la primera Santa argentina representa “un momento importante para la historia argentina”.
De hecho, el Presidente hizo coincidir su primera gira internacional con la fecha de la ceremonia en El Vaticano para poder asistir a este acontecimiento de tanta trascendencia para la Iglesia Católica y para la Argentina.
La eucaristía, también llamada Santa Cena o Sagrada Comunión, es uno de los siete sacramentos de la religión católica (los otros son el bautismo, la confirmación, la penitencia, la unción de los enfermos, la orden sacerdotal y el matrimonio) y es un momento central en la misa. Evoca la última cena de Jesús con sus discípulos, cuando Él comparte con ellos el pan y el vino y les dice que en el futuro deberán hacer eso mismo en su memoria. “Tomad y comed, esto es mi cuerpo”, les dijo Jesús, según los evangelios, al distribuir el pan a sus discípulos. Y luego “tomando el cáliz y habiendo dado gracias, se los dio diciendo: ‘Bebed todos de él; porque ésta es mi sangre de la nueva alianza, que es derramada por muchos para remisión de los pecados” (Mateo 26).
Poco antes del inicio de la misa, el Presidente y sus acompañantes fueron llevados aparte para un breve saludo con el papa Francisco, con quien Milei tendrá una audiencia formal el lunes 12.
Al concluir la ceremonia de canonización de Mama Antula, la primera Santa argentina, el Sumo Pontífice, que se desplazaba en silla de ruedas, se hizo llevar hacia el lugar donde se encontraba el presidente argentino para intercambiar nuevamente con él un breve saludo, que incluyó un abrazo.
Dejando de lado las críticas que alguna vez formuló contra el Papa, desde su elección, Javier Milei ha dado muestras de respeto hacia Francisco y se ha expresado reiteradamente de modo elogioso. En la tarde del sábado, en vísperas de su primer encuentro personal con Jorge Bergoglio, cuando nuevamente fue consultado sobre el tema en una entrevista con radio Mitre, respondió contundente: “Vamos a poner bien claro: es el argentino más importante de la historia, es un Papa, no podemos perder esa perspectiva”. Y agregó que el Sumo Pontífice “no puede quedar atrapado en rencillas ideológicas siendo un líder espiritual”.
El 11 de enero pasado, Milei había enviado una carta muy conceptuosa al Papa para invitarlo formalmente a venir a la Argentina, “entendiendo que su presencia y su mensaje van a contribuir a la unidad de todos”.
En declaraciones posteriores explicó que la carta refrendaba de modo oficial la invitación informal que le había hecho al Papa cuando éste lo llamó luego de su elección como presidente. “Le dije que sería recibido con todos los honores de un jefe de Estado y de jefe espiritual de los argentinos, porque el catolicismo es la religión mayoritaria en Argentina”, afirmó entonces el jefe de Estado.