En medio de la polémica sobre la continuidad del aislamiento obligatorio y la flexibilización de actividades en las distintas provincias, sobre todo las más afectadas por la pandemia, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, aseguró que la cuarentena en ese distrito “deberá seguir hasta, por lo menos, el mes de agosto”.
Desde los primeros días de la llegada del coronavirus a Argentina y hasta hoy, Chaco se instaló cómodamente como la provincia con mayor cantidad de contagios después de Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires. Hasta el momento, según datos oficiales, tiene 660 casos confirmados, 35 muertes y una tasa de letalidad del 5,30%.
En este sentido, Capitanich explicó que la provincia se encuentra atravesando la Fase 4 de la pandemia, porque tiene un promedio de 25,4 días de tasa de duplicación de casos, cuando el límite inferior es de 25. “Esto fluctúa de acuerdo al surgimiento o no de casos”, señaló este miércoles por la noche en diálogo con el periodista “Toti” Pasman en Radio La Red, y remarcó que la continuidad del aislamiento debe ser con una “cuarentena administrada” y con un sistema “de análisis inteligente”.
“El 94 % de los casos están en Resistencia. La mayor localización de casos está en el macrocentro y los casos activos están prácticamente curados. Tenemos mayor capacidad de testeo”, explicó. “Dentro de Resistencia, con 409 espacios territoriales (barrios y asentamientos), en 45 de ellos hemos localizado casos, algunos dispersos entre uno, dos o tres, y a su vez también clusters de mayor concentración”.
“El tema de la discusión no es si se vuelve o no a fases, me parece que esa es una discusión cerrada. Es un problema que lo tenemos que visualizar en términos de modelos de convivencia con el COVID-19”, manifestó. En este contexto la provincia implementó un sistema de autoevaluación sistemática tres veces a la semana a través de la red de teléfonos celulares junto con la administración del flujo y regulación de la circulación de tránsito y el seguimiento de las camas ocupadas del sector de salud privado y público. “El sistema de salud se está adaptando a la demanda”, señaló.
“La adopción de estas medidas, junto a otras, nos permiten coexistir con el coronavirus –aseguró Capitanich– pero también nos obliga a ser extremadamente rigurosos en la protección de las personas con factores de riesgo y la localización geográfica”.
Respecto de la flexibilización de las actividades, el gobernador aseguró que la provincia ya trabaja en distintos mecanismos para que comercios y otros rubros “coexistan con el virus” para minimizar el impacto económico del coronavirus en la población chaqueña.
“El problema central es que no existen remedios ni vacunas para este virus. Donde el vector es la misma persona que porta y traslada el virus, lo que hay que hacer es garantizar una correcta regulación de la circulación y un sistema de bioseguridad e higiene”, remarcó el gobernador.
“Las recetas en el mundo son múltiples desde Uruguay, Suecia, pasando por Alemania y Corea del Sur. O sea, que no hay una sola receta o alguien que te pueda decir hasta cuándo va a durar esto o cómo lo tenés que afrontar de la mejor manera posible. La única estrategia es administrar la cuarentena de manera razonable para cuidar a la población y, por otro lado, generar ciertas condiciones y garantías para la actividad económica”, concluyó.