Jorge Triaca celebró anoche que la reforma laboral que impulsa el Gobierno fue «ratificada por parte de la CGT y a partir de eso la mandamos como proyecto del Ejecutivo al Congreso».
Al defender la iniciativa del oficialismo, el ministro de Trabajo consideró que quienes la califican como un ajuste «no están reconociendo que hay cuatro millones y medio de trabajadores que no tienen cobertura de seguriad social hace 20 o 30 años, que hay un millón y medio de desocupados».
En ese sentido, subrayó: «Es muy fácil hablar en nombre de los trabajadores pero hay que resolver problemas concretos. Tenemos que ver de qué manera damos previsibilidad, certezas, cómo preparamos a los trabajadores para conseguir el mejor trabajo y cómo incentivar a las empresas a formalizar trabajadores. Tenemos que plantearnos de qué manera vamos a producir más y mejor, tenemos que incluir a muchos argentinos. Ese es el verdadero desafío y requiere madurez».
Luego fue más concreto al referirse a los cuestionamientos que llegan desde el peronismo y organizaciones sindicales: «Hay muchos que se atan al pasado.Queremos dar un debate serio y maduro. El PJ muchas veces en nombre de Perón y Evita se rasga las vestiduras en nombre de los trabajadores pero cuando vemos la realidad, 1 de cada 3 argentinos en la pobreza, la verdad es que no le han dado trabajo decente a la gente durante décadas».
De todos modos, Triaca destacó que el Gobierno logró «avanzar en un consenso muy amplio y con el apoyo de la CGT. Esa representatividad le da al proyecto el peso suficiente para que el debate sea profundo, que es lo que nosotros queremos».
Por su parte, uno de los integrantes del triunvirato de la CGT, Juan Carlos Schmidt, aclaró que si bien su sector dio el visto bueno al proyecto de reforma laboral, la central obrera «se sentó con el Gobierno para quitar el núcleo duro» de la iniciativa de Cambiemos». Y detalló, por ejemplo, que «no es verdad que va a haber un banco de horas para manejar según la productividad de la empresa, eso fue eliminado» y que «la CGT preservó el núcleo central de la ley de contrato de trabajo, eso no fue tocado».
El triunviro sí fue duro con la reforma previsional que ya cuenta con media sanción por parte del Senado: «Lo que se votó es una verguenza porque lo que cobra casi el 50 porciento del universo de los jubilados no alcanza ni a la mitad de la canasta. Creer que esta reforma va a resolver el problema de la sustentabilidad del sistema es una gigantesca mentira», consideró.