La seguidilla de entrevistas en las cuales el ex juez de la Corte Suprema abogó por un final anticipado del gobierno de Mauricio Macri continúa generando repercusiones.
Juan Grabois, el dirigente social cercano al Papa Francisco, condenó sin prolegómeno la idea del jurista especializado en derecho penal. «Lo peor que nos puede pasar es un quiebre de la institucionalidad, estoy en desacuerdo con él», aseguró.
Hasta ahora los dichos de Zaffaroni sólo habían sido rechazados por miembros del gobierno nacional. Incluso el ministro de Justicia, Germán Garavano, pidió su renuncia a la Corte Internacional de Derechos Humanos (CIDH). El resto de los partidos políticos mantuvieron hasta ahora un peligroso silencio, de ahí la importancia de las expresiones públicas del dirigente social que conduce la Confederación de Trabajadores de la Economía Social (CTEP).
Grabois, quien confesó tener una muy buena relación con el funcionario Mario Quintana, ratificó que la semana que viene marchará junto a Hugo Moyano. Dijo que no lo hará para respaldar al líder Camionero en su pelea con el Gobierno, sino que aprovechará la convocatoria para reclamar por la generación de trabajo para los sectores excluidos.
«Vemos que no existe un plan para los que no tienen cabida en la economía formal», resumió. Y explicó: «No marchamos por la situación de Moyano, perseguido, pero que es el mismo que hace un año y medio se abrazaba con el Presidente».
Consultado por los periodistas Bernardo Vázquez y Ezequiel Chabay en El Cronistasobre los diálogos que mantuvo en el último tiempo con Francisco, el joven líder social contestó: «Él está preocupado por la situación del mundo, incluida la Argentina». «No me gusta opinar sobre lo que el Papa dice o no del país, porque se usa para dañar. Se quiere instalar que el Papa es un militante de una unidad básica kirchnerista y eso es una campaña orquestada por Durán Barba para denigrar al máximo referente del pensamiento humanista», argumentó.