Paciencia. Esa fue la mayor virtud de Juan Martín del Potro anteAndy Murray , que hizo una exhibición de la defensa, con globos magistrales, entre su amplio repertorio. Pero el tandilense se hizo valer de un gran servicio, y además quebró en el momento justo. En el séptimo game del quinto set, después de un drive paralelo, se adelantó 4-3.
Luego, en otra muestra de carácter tras un impecable cuarto parcial, mantuvo su saque. Suficiente y a su vez sublime lo que consiguió Del Potro, que le dio a la Argentina su primer punto en las semifinales de la Copa Davis ante Gran Bretaña, después de más de cinco horas de juego. El tandilense venció por 6-4, 5-7 y 6-7 (7-5), 6-3 y 6-4. Ahora, es el turno de Guido Pella, que se mide frente a Kyle Edmund. Por las otras semifinales, están jugando Croacia vs. Francia.
La ‘Torre de Tandil’ sumó además su tercer triunfo frente a un top ten en poco más de un mes, ya que le había ganado a Novak Djokovic y a Rafael Nadal en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro .
Una fenomenal muestra de carácter mostró Del Potro para ganar 6-3 el cuarto set, sobre todo por la forma en la que había perdido el tercer parcial y el golpe anímico que había significado desperdiciar un set point con su poderoso servicio.
El tandilense le quebró el saque a Murray en el cuarto game, adelantándose 4-1 y ya nunca más soltó el dominio del set. Es más, hasta se dio el lujo de ganar un punto haciendo una Gran Willy que Murray devolvió mal a la red y despertando una ovación del centenar de simpatizantes argentinos.
Del Potro fue contundente y el parcial duró 40 minutos: fue el de menor cantidad de tempo del partido (57m, el primero; una hora, el segundo; 1h25m, el tercero). El ex número 4 del circuito hizo daño con su derecha, pero también con su revés a dos manos, logrando dos puntos ganadores con ese tiro.
A tenistas de la categoría de Murray no se le pueden dar ventajas. Ni siquiera las más pequeñas. Porque en un abrir y cerrar de ojos alteran la situación. Durante el tercer parcial, Del Potro tuvo un set point, sacando 5-4. Sin embargo, el británico superó la situación con maestría. No sólo le quebró el saque al argentino, sino que luego ganó su servicio en cero. Cuando el reloj marcaba tres horas y 23 minutos de juego, Murray cerró el tercer set ganando 7-6 (7-5).
En un partido lujoso, Del Potro debió pegar entre tres y cuatro winners por punto para ganar finalmente ese tanto. Es que Murray volvió a ostentar su gran capacidad de defensa. Las devoluciones del escocés obligaron a Del Potro a arriesgar siempre y un poco más y fue así como cometió más errores no forzados que en los dos primeros sets: 11.
En varios momentos, Murray pareció tener pequeños calambres en la pierna izquierda. Pero a medida que fue avanzando el set no volvió a tomarse la zona ni a elongar. Físicamente, hubiera sido importante que Del Potro ganara el tercer set.
El segundo set
El segundo parcial volvió a tener intensidad y un gran nivel técnico. Murray cambió algunas de sus estrategias y fue mucho más incisivo, tratando de anticiparse a los tiros de Del Potro que quedaban cortos. De hecho, pasó de subir cuatro veces a volear en el primer parcial a hacerlo en 13 oportunidades en el segundo; y lo hizo con efectividad. El argentino contó con una gran chance: con el escocés sacando 4-4, tuvo un break point que, de ganarlo, le hubiera permitido servir 5-4 para el set. Pero Murray salvó ese momento en forma mágica, haciendo saque y red. Impulsado por las casi 8000 personas que poblaron el Emirates Arena, el número 2 del mundo se mostró mucho más activo de piernas y se agigantó luego de ganar un punto estupendo: Del Potro lo superó con un globo, pero el británico no lo dio por perdido, lo alcanzó, giró y de drive terminó venciendo al tandilense. Los hinchas locales rugieron. En el 12do game, Murray aprovechó un momento de incertidumbre de Del Potro y le quebró el saque, para imponerse 7-5. Del Potro terminó muy molesto y se quejó con el árbitro general del match, Stefan Fransson, porque el público festejó antes de que el punto finalizara.
El primer set
Si hubo una clave para que Del Potro ganara el primer set fue la paciencia. El primer game fue muy disputado, duró nueve minutos. El tandilense contó con una chance para quebrarle el servicio a Murray, pero finalmente el escocés lo sacó adelante. Inmediatamente después, el número 2 del circuito le rompió el saque a Del Potro y se adelantó 2-0. Con una gran clase y agilidad para defender, Murray empezó a frustrar a Del Potro, que no lograba hacerle daño, ni siquiera con sus escopetazos de drive. Sin embargo, el argentino no se desesperó, no lo frustraron tres globos exquisitos que sufrió y con inteligencia le quebró el saque a Murray.
A partir de ahí, su presencia aumentó, su rendimiento creció, devolvió de revés con slice cuanto tiro ejecutó Murray para ese sector y lució grandes porcentajes de saque (ganó 16 de los 20 puntos que disputó con el primer intento, un 80%, y los tres que puso en juego con el segundo saque). Además, el argentino volvió a lucir un recurso que en otros tiempos tenía algo adormecido: la volea. Con ese golpe ganó siete de las diez veces que definió en la red. De ese modo, en 56 minutos se puso adelante 6-4.
La Nación