Es una persona muy buena. Es un gran músico, tenía una banda muy buena que se llamaba Falsos Profetas. Es amoroso en el sentido más lindo de la palabra. El también tiene hijos… es un quilombo…», fue una de las pocas frases que usó Juana Viale que no es muy amantes de las entrevistas sobre su historia de amor con Agustín Goldenhorn.
Al hablar de la primera cita, Juana recordó también cómo es que llegaron a ese momento. “Yo volvía de Córdoba, de un evento de la marca de mi camioneta y mi vieja estaba comiendo con unos amigos en un restaurante, cerca de aeroparque. Me dice, ‘si estás cerca pasate’. Yo, ofuscadísima con la vida, media gruñona, les digo: ‘bueno, si alguien tiene a alguien para presentarme, bien, pero que dure más de tres meses’. Un amigo dice yo tengo alguien para presentarte, me muestra la foto y le digo, ‘no, no es mi perfil’. Y otro amigo me dice: ‘yo tengo alguien para presentarte pero no te voy a mostrar una foto’. Mi foto de WhatsApp era un elefante, no estaba yo en la foto. Dos semanas después me llega un mensaje: ‘Hola, mi nombre es Agustín y me llama ‘Agente X’. Él no sabía que me estaba escribiendo a mí. Nuestro amigo no le dijo a ninguno de los dos quién era el otro. El mundo es muy loco, este amigo que tenemos en común es amigo de la infancia de él y muy amigo de mi pequeño círculo, pero jamás me crucé con Agustín”.
Ahora, en Intrusos detonaron la Escandabomba de la noticia sobre el casamiento entre Juana y Agustín y contaron que toda la familia sabe de la decisión de la pareja.
La revelación llegó en el momento en que Agustín la pasó a buscar a Juana por su casa: “Él me pasa a buscar, vive cerca de donde yo vivo. Yo planté unos pomelos en la puerta de mi casa, estaba toda tupida la entrada y cuando salgo me mira y me dice: ‘sos vos’. ‘Y sí, hace 37 años que soy yo’, le dije. Me mató, estaba re canchero. Fuimos a comer. Era un domingo y yo estaba sola con mis hijos. Ámbar estaba estudiando con una amiga, le dije ‘salgo dos minutos, me voy a tomar un vino con una amiga’, una mentirita piadosa. Le dije a Agustín, ‘yo tengo de tiempo una botella de vino. Charlamos, fuimos a un bar malísimo, comimos el peor hummus de la tierra” y así dieron el primer paso. Dos veranos más tarde, Juana y Agustín siguen juntos. Claramente se dio lo que la nieta de Mirtha Legrand quería: que la relación durara más de tres meses”.
Juana contó en el programa que conduce en reemplazo de su abuela, Mirtha Legrand, ante la preguntar de Gabriel Oliveri sobre la posibilidad de casarse, la conductora no descartó esa propuesta y dijo que le encantaría que él le pida la mano a su papá, Ignacio del Carril.