Julio María Sanguinetti, sobre el papa Francisco: «Diluye las esperanzas de un mundo que esperaba reformas éticas»

0
597
Pope Francis celebrates mass at the Las Palmas air base in Lima on January 21, 2018. Pope Francis was preparing to wrap up his Latin American trip on Sunday with a mass at the air base where a million faithful were expected to hear him speak. On the last day of a week-long trip that has taken him to six cities in Chile and Peru, the 81-year-old pontiff began the day by delivering a homily to 500 nuns, as well as meeting the bishops of Peru. / AFP PHOTO / Vincenzo PINTO

El ex presidente uruguayo, Julio María Sanguinetti, analizó en una columna para el periódico español El País el rol del papa Francisco como líder político en la actualidad.

«El papa Francisco (…) navega en medio de extrañas contradicciones: a cada rato desciende de la universalidad de su posición a minúsculos combates políticos de un inexplicable provincianismo argentino, al tiempo que no oculta la raíz populista-peronistaque el historiador italiano Loris Zanatta reveló no bien fue ungido», comenzó el ex mandatario.

También recordó que el pontífice avaló de un «modo desconcertante a la señora Hebe de Bonafini, líder de las Madres de Mayo y ferviente kirchnerista, que ha degradado una noble causa con su radicalismo y la corrupción de la entidad que dirige».

Sanguinetti recordó que Bonafini «celebró el atentado contra las Torres Gemelas, en tiempos en que llamaba fascista al entonces cardenal Bergoglio. Cuando éste llegó a Papa la recibió ostentosamente, para que en la puerta vaticana despotricara con violencia contra el presidente (Mauricio) Macri, el compatriota electo por su pueblo, al que por entonces había recibido con una frialdad tan notoria que asombró al mundo».

«El hecho es que ahora, en el mismo instante en que la señora de Bonafini se resistía a acatar un mandato judicial, pudo ella leer una carta de Su Santidad en que le decía: ´No hay que tener miedo a las calumnias. Jesús fue calumniado y lo mataron después de un juicio dibujado con calumnias. La calumnia solo ensucia la conciencia y de quienes la arroja´. La destinataria pudo regodearse comentando en la televisión: ´Casi no me compara con nadie…´«.

Julio María Sanguinetti (NA)

Julio María Sanguinetti (NA)

El ex jefe de Estado uruguayo recordó que Francisco no cosechó muchos aplausos en Chile y que en Perú, donde le fue mejor, trató muy bien al presidente peruano Kuczynski, quien pasaba muy malos días por su indulto a Fujimori. «Allí fue ideológicamente bien claro: ´Se estaba buscando un camino hacia la Patria Grande y de golpe cruzamos hacia un capitalismo liberal inhumano que hace daño a la gente´«.

En una palabra -dice Sanguinetti- «con Cristina Kirchner, Correa, Dilma, Evo y Maduro, íbamos hacia la Patria Grande bolivariana que hoy solo sustenta el venezolano… En cambio, habla de un ´liberalismo inhumano´ que ¿quién sostiene hoy? ¿Acaso el gradualista Macri, que trabajosamente va enderezando a la Argentina con el cuestionamiento de muchos economistas liberales? ¿El traidor Lenín Moreno que ha impedido la monarquía de Correa? ¿Piñera, que ya fue presidente y no desmontó la obra social de los gobiernos de la Concertación?», se pregunta.

Y agrega: «Su populismo ha sido reiteradamente expresado, cuando se indignaba porque ´todo entra dentro del juego de la competitividad´, como si fuera posible superar la pobreza en una economía incomunicada. O abjurando del ´mercado libre, la globalización, el crecimiento económico o el consumo´. Por cierto, se ha negado reiteradamente a entender el valor social y democrático del desarrollo de las ´clases medias´ y hoy por hoy diluye las esperanzas de un mundo, creyente o no, que esperaba reformas éticas que superaran la condenación anacrónica de los divorciados o del uso de anticonceptivos, que ayudan a que la maternidad sea algo querido y no una fatalidad a la que resignarse».

Por último, Sanguinetti afirmó que, como ciudadano, «desearía que ayudara a defender la libertad individual, los sistemas democráticos y una economía moderna que —regulada por reparadoras leyes sociales— genere riqueza para poder distribuir. Es desde ese ángulo que lamento que los Gobiernos, aun socialdemócratas, no encuentren esa voz de apoyo para luchar contra la pobreza mediante un real desarrollo, basado en la productividad, bien lejos de la demagogia que condena a los pobres, como ocurre en la doliente Venezuela de hoy».

Fuente: Infobae

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here