El ex ministro de Interior Rogelio Frigerio aún no definió si será o no candidato en las elecciones legislativas pero será sin dudas la figura central para el armado opositor en Entre Ríos. Su objetivo de máxima es la Gobernación ya que aspira a terminar con 20 años de gobiernos justicialistas.
Frigerio eligió su campo en Villa Paranacito, una zona sobre el delta del Paraná al sur de Entre Ríos en el límite con Buenos Aires, como su bunker político. Su llegada allí se dio luego de unas vacaciones y de definir que su objetivo electoral estará en la provincia y que la primera escala será la elección legislativa de octubre. Para ello tuvo que dejar su zona de confort: la actividad privada y la ciudad de Buenos Aires. Sueña con hacerse fuerte en Entre Ríos y revertir la pérdida de importancia relativa que ha sufrido la provincia en el concierto nacional.
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Arrancó a trabajar desde hace unas semanas para la campaña electoral que comenzará en unos meses, recorriendo la provincia, visitando la dirigencia de varias localidades y rehabilitando la red de relaciones que comenzó a armar hace 14 años en sus primeras recorridas electorales.
Tiene en la cabeza dos consignas fundamentales. La primera es no improvisar -cree que ese fue uno de los puntos flacos del gobierno de Cambiemos- y por esto está trabajando en una agenda legislativa de Entre Ríos para el Congreso y en un programa de gobierno. La segunda, que ese plan cuente con una base de sustentación política vigorosa.
Un proyecto en marcha
En ese sentido aspira a sostener lo que ha consolidado desde 2015 como alfil de Mauricio Macri y de agrandar la base electoral de Juntos para el Cambio. La ampliación de la base política se resume en una frase: Todo sirve. Todo suma. Su intención es aglutinar un gran frente electoral que incluya desde el socialismo a los seguidores de Ricardo López Murphy.
Entremedio se ubican los socios fundadores de Cambiemos: el PRO y la UCR, que suele seguirlo a pesar de los pataleos previos; el GEN de Margarita Stolbizer (que en Entre Ríos integra Cambiemos/JxC desde sus inicios); el vecinalismo (que controla 14 intendencias); el MID (Movimiento de Integración y Desarrollo) que está resucitando y un sector del peronismo que encarna principalmente en dos referentes: el ex gobernador Mario Moine y el ex senador nacional Augusto Alasino. Es mucho, pero disperso.
Patricia Bullrich y Rogelio Frigerio
Sabe que desde el 2015 el peronismo viene perdiendo las elecciones nacionales (de hecho redujo su participación en el Congreso nacional en dos diputados y un senador) y sueña con darle forma definitiva y estructura a estas partes sueltas y a esa mayoría que mantiene pintada de amarillo la provincia. En octubre, la provincia elegirá 5 diputados y la oposición pone en juego los tres lugares que ganó en 2017.
En la ecuación, Frigerio suma también el desgaste del oficialismo que gobierna Entre Ríos desde 2003 y los altibajos de la administración nacional para resolver los problemas diarios de la gente que erosionan los índices de adhesión.
La primera prueba de fuego de este armado serán los comicios legislativos de este año, que tendrán una campaña corta. El ex ministro evalúa que quien encarne la propuesta opositora debe reunir una serie de requisitos: ser alguien competitivo en el cuarto oscuro, que mantenga el mejor vínculo posible con la sociedad, que amalgame estos sectores heterogéneos, que tenga ideas a futuro y se aleje del reivindicacionismo a secas del gobierno de Macri. Es casi un hecho que su nombre estará en la boleta.
Si esto no ocurre, sabe que igual tendrá un rol central en el armado -que es donde mejor se mueve- y que mantendrá sus chances para el 2023. Allí es donde se jugará el partido definitorio, el que mantiene ocupado a su equipo técnico.
Vínculos internos
Frigerio conserva una buena relación con las otras figuras del PRO. Con Horacio Rodríguez Larreta sostiene una sociedad política. Ambos comparten la necesidad de una autocrítica sobre los cuatro años en la Casa Rosada y la necesidad de una construcción política en base a la premisa de que es más importante un buen gobierno que ganar la elección. Hablan seguido y el Jefe de Gobierno porteño respalda las intenciones del ex ministro en Entre Ríos.
Rogelio Frigerio, Ricardo López Murphy y Horacio Rodríguez Larreta
Patricia Bullrich y Frigerio muestran estilos diferentes. Charlaron mucho en un acto hace dos semanas donde hicieron un balance de Gobierno y coincidieron en la evaluación de errores. Del encuentro surgió la idea de presentar juntos en Gualeguaychú el libro de la presidenta del PRO, Guerra sin cuartel. Bullrich recorre el país marcando referentes: ya lo hizo en Córdoba con Gustavo Santos y en Santa Fe con Federico Angelini. Por eso en el entorno de Frigerio ven esta visita al sur provincial como un espaldarazo a su proyecto político.
El ex ministro del Interior y Mauricio Macri mantienen en los últimos meses contactos a través de emisarios y es probable que en poco tiempo vuelvan a encontrarse. La última vez que dialogaron cara a cara fue sobre mediados del 2020, en plena cuarentena por la pandemia. La diferencia entre ambos son las perspectivas acerca de la conformación de los liderazgos en Juntos por el Cambio: Frigerio apunta a un posicionamiento más horizontal mientras que el ex presidente quiere mantener un rol más preponderante.