La economía cayó 2,7% anual en julio, de acuerdo con el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Indec.
La actividad recuperó 1,4% desde el mes previo, en el que se había notado con fuerza el efecto de un paro brasileño en la industria..
Se trata de la cuarta caída interanual consecutiva, según los datos oficiales. Entre enero y julio, la economía se contrajo 0,8%.
Los analistas esperaban una caída interanual del 3,8% promedio, según Reuters. La previsión resultaba inferior al 6,7% registrado en junio, en lo que fue la peor contracción económica desde 2009.
La intermediación financiera (7,1% de expansión anual), la pesca (5,9%) y el sector de electricidad, gas y agua (3,9%) permanecieron en terreno positivo y traccionaron a la economía.
En cambio, la agricultura y ganadería (-10,1%), el comercio mayorista y minorista (-6,4% anual) y la industria manufacturera (-5,1%) mostraron contracciones significativas. Se trata de tres de los cuatro segmentos que más incidencia tienen en la confección del índice. El cuarto es el de impuestos netos de subsidios (lo que cobra el Estado en sus diferentes estamentos). Aquí la contracción fue del 4,6%.
La construcción, gran motor de la actividad durante 2017, mostró una expansión del 1% anual, lejana a los dos dígitos de crecimiento que solía entregar.
La contracción del consumo, del 6,4% anual, se corresponde con caídas en las ventas de supermercados y centros comerciales y con la suba de la inflación.
Julio dio inicio al tercer trimestre del año, en el que se sentirá con fuerza la corrida cambiaria que llevó al dólar desde los 28 pesos hasta valores cercanos a los 40.
Los analistas y el Gobierno descuentan que la contracción económica se profundizará en agosto y septiembre y en el cuarto trimestre de 2018.
La actividad recién mostraría una recuperación en el segundo trimestre de 2019, cuando empiece a contabilizarse la nueva cosecha gruesa de la soja y quede despejada la incidencia de la sequía.
