Después de dos meses, febrero y marzo, en los que el respaldo a la gestión de Mauricio Macri cayó por debajo del 50% y registró el peor momento desde su llegada a la Casa Rosada, la aprobación de la gestión presidencial mostró una recuperación de seis puntos en abril y se situó en torno al 53%. En paralelo, la desaprobación, que en febrero y marzo había llegado hasta el 48 y 50%, respectivamente, bajó hasta ubicarse en el 46%.
El tránsito entre esa caída y la reciente recuperación en los niveles de aprobación de la gestión presidencial es uno de los principales resultados que arrojó la encuesta que Poliarquía Consultores realizó con carácter exclusivo para LA NACION, en todo el país, entre el 3 y el 11 de abril.
El otro dato surge cuando esos resultados son desagregados entre las distintas regiones del país. El informe de Poliarquía enciende una alerta para el Gobierno de cara a las elecciones de medio término: junto a la región patagónica, los peores índices de la gestión de Macri se dan en el conurbano bonaerense, distrito decisivo para los comicios de octubre.
En el Gran Buenos Aires, donde vive uno de cada cuatro argentinos y donde se define el resultado de la elección bonaerense, la desaprobación de la gestión presidencial alcanzó en abril el 53% y la aprobación, el 45%.
Las cifras sólo son peores para Macri en el sur del país, donde la aprobación rondó en la primera semana de abril el 44%, contra un aplazo del 56% de los encuestados.
Los mejores índices para el Presidente se dan en la zona centro del país (60% de aprobación contra 39% de aplazos) y la ciudad de Buenos Aires (57% contra 41%, respectivamente), mientras que la zona norte de la Argentina replica los números nacionales: 53% de aceptación de la tarea del primer mandatario contra 47% de desaprobación.
Si se observan los sucesivos estudios que Poliarquía realizó desde que Macri llegó al poder, la reciente recuperación de abril rompe con una tendencia a la baja casi constante en la imagen presidencial.
En enero de 2016, la aprobación de la gestión de Macri llegaba al 71%, contra el 25% de aplazos y 4% de indecisos. Los números más bajos del año pasado se dieron en noviembre (54% vs 44%), cuando el Gobierno mantenía cerrada la discusión por Ganancias y la inflación se alejaba definitivamente de los pronósticos.
Tras una recuperación en enero de este año (58% de aprobación y 41% de aplazos), la aceptación de la gestión de Macri cayó al 48% en febrero y al 47% en marzo, meses donde la agenda pública estuvo marcada por los casos del Correo Argentino, Avianca, el fallido aumento a los jubilados y el aumento de tarifas.
Cambio de tendencia
Por eso, el 53% de aprobación de abril significa una fuerte recuperación tras las caídas de febrero y de marzo, un quiebre en la tendencia a la baja desde que Macri llegó al poder y, por todo eso, un respiro para Cambiemos en el año electoral.
«La encuesta muestra una recuperación de los indicadores de apoyo al Gobierno. Si bien la suba de este mes no alcanza para compensar completamente la fuerte caída experimentada entre febrero y marzo, constituye una excelente noticia para Macri, que ha recuperado la iniciativa política desde la marcha del 1-A», señaló Alejandro Catterberg, director de Poliarquía Consultores.
¿Qué pasa con la imagen personal de Macri entre los encuestados? También se recuperó en abril, para llegar al 45% de positiva (venía del 40% en marzo), contra un 35% de negativa y un 20% de imagen regular.
Nuevos llamados de atención surgen al desagregar esos datos: por ejemplo, la imagen positiva de Macri se recuperó en todo el país en abril y alcanza su máximo en el interior del país (52%), por encima de la ciudad de Buenos Aires (47%), pero vuelve a tocar fondo en el conurbano bonaerense: 32%.
La imagen positiva del presidente también cae con la edad: lo avalan el 56% de los mayores de 50 años, pero sólo el 33% de los menores de 29 años.
«El conurbano sigue siendo el punto débil del Presidente: Macri tiene 20 puntos menos de imagen que en resto del país. Lo que el Gobierno pueda hacer en el conurbano definirá en gran parte su suerte electoral», agregó Catterberg.
La evaluación de todo el Gobierno también repuntó en abril: las respuestas positivas alcanzaron el 39%, contra 33% en marzo y 34% en febrero. En enero de 2016, la imagen positiva del Gobierno rondaba el 58%.
Las expectativas y la herencia
La evaluación de la situación del país también es dura: el 23% de los consultados consideró que el país atraviesa un momento positivo, el 38% lo consideró negativo y el 39%, regular.
Pero, como en otros estudios previos, las expectativas vuelven a jugar en favor de Cambiemos: el 53% de los encuestados cree que el país estará mejor en un año, contra el 27% que cree que empeorará. El 16% considera que seguirá igual.
«La recuperación del Gobierno viene de la mano de un crecimiento de las expectativas. Pero también se explica por la consolidación del apoyo entre quienes habían votado por Cambiemos en 2015 y se habían alejado en los ultimos meses. Entre ellos la aprobación subió 10 puntos», completó Catterberg.
Ahora, ¿qué pasa con los disconformes? El 47% responsabiliza de la mala situación del país a las medidas de Macri, mientras que el 44% culpa a la herencia que dejó Cristina Kirchner. La ecuación se invertía hasta diciembre de 2016.
La encuesta de Poliarquía también dedica un capítulo al bolsillo de los argentinos. Más de la mitad, el 54%, dice que los ingresos familiares le alcanzan «justo, sin grandes dificultades», para satisfacer sus necesidades. El 13% dijo poder ahorrar. El 32% dijo que no le alcanzan sus ingresos. Dentro de ese grupo, el 21% admitió «dificultades» y el 11%, «grandes dificultades».
La encuesta de Poliarquía alcanzó 1000 casos en 40 ciudades de más de 10.000 habitantes de todo el país, por vía telefónica. Su margen de error es de +/-3,15%, para un nivel de confianza del 95%.
Fuente: la nación
