Por segundo año consecutivo, parroquia Cristo Rey celebró la fiesta central de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás con la presencia de la imagen peregrina. La celebración se realizó con el lema «María del Rosario acúnanos en tus brazos».
En una gran muestra de fe, los fieles acompañaron a la Madre del Rosario en la procesión por las calles adyacentes a la parroquia y posteriormente participaron de la santa misa a cargo del párroco Carlos Paz.
Durante la homilía, el sacerdote destacó: «En este evangelio, donde María visita a su prima Isabel, comienza con su misión de ir al encuentro de quienes la necesitan y es glorificada por ello».
«Ante todo, María es madre y se manifestó en infinidad de lugares (Lourdes, La Salette, Itatí) donde fue a visitar a sus hijos y decidió quedarse para acompañarlos. Hoy celebramos la advocación de María del Rosario de San Nicolás cuyo primer mensaje fue ‘Recen el rosario, recen por la paz, recen en familia’. Ella se preocupa y teme por el hombre que no la reconoce como madre, aún así vela por ese hijo enfermo o que transita los sinsabores de la vida».
Más adelante destacó: «En ese encuentro entre Isabel y María hubo una gran manifestación, Isabel transitaba su sexo mes de embarazo y ese niño sintió la presencia del salvador, de esa personita en el vientre de María y pensar que hoy, algunos osadamente dicen que desde la concepción no hay vida, nada más lejos de la ignorancia y maldad del mundo. Este evangelio nos muestra, que desde la concepción son personas que están vivas».
El párroco también hizo referencia de la necesidad de un cambio en la sociedad. «Si tomáramos conciencia del sufrir de nuestra Madre cambiaríamos. Ella habla desde el silencio. María hace, María es y quiere que la escuchemos; debemos ser humildes, abrir el corazón y dejar que nos llene de sus virtudes y valores. Permitamos que nos cubra con su manto y nos guíe para algún día llegar a la patria celestial».
Concluida la ceremonia religiosa, bailarines y músicos bandeños le ofrecieron una serenata a la Madre del Rosario, en un clima de profunda fe y devoción.
