Tres días después del derrumbe de un puente peatonal en Miami, Estados Unidos, los socorristas sacaron a la sexta víctima fatal de entre los escombros. El jefe de la policía local, Juan Pérez, remarcó que el proceso fue difícil, pero lograron retirarlo después de una noche de trabajo intenso. Además, señalaron que sería el último muerto de la tragedia.
«Creo que es la cifra final», especificó Pérez en una conferencia de prensa. Los otros muertos identificados hasta el momento son Rolando Fraga Hernández, Oswaldo González, Alberto Arias, Navarro Brown y Alexa Durán.
La última víctima rescatada fue Brandon Brownfield, un técnico de grúa oriundo de Virginia y padre de tres hijas. Después del colapso del puente, sus familiares habían reconocido su camioneta y su patente, que estaba bajo la estructura. Sin embargo, no tuvieron información sobre su paradero hasta el sábado.
Su esposa, Chelsea Brownfield, compartió la trágica noticia por las redes sociales y lo despidió con una emotiva publicación. «Es algo hermosamente mágico encontrar un alma gemela en este mundo. Como piezas de un rompecabezas, nuestros bordes combinaban y encajaban a la perfección», escribió. Y subrayó que sintió que lo «arrebataron trágicamente» de su familia.
El puente, que pesaba 950 toneladas y medía más de 50 metros de largo, se desplomó en cuestión de segundos sobre la calle 8 de Miami. Tras derrumbarse, muchos autos quedaron atrapados bajo los escombros y hubo al menos 10 heridos.
La estructura, que había sido instalada el sábado, iba a unir la Universidad de Florida con la localidad de Sweetwater, en donde viven cerca de cuatro mil estudiantes en edificios residenciales. Su inauguración estaba prevista para 2019.
«Parece una escena de un desastre. Literalmente parece que una bomba explotó», dijo uno de los primeros policías en llegar al lugar, el detective Juan Carlos Llera. En la misma línea, el alcalde de Sweetwater, Orlando López, se lamentó: «Lo que iba a ser una parte icónica y estable de la conectividad entre la ciudad y la universidad, se convirtió en una tragedia nacional».
