La comunidad «María Rosa Mística», perteneciente a la parroquia Cristo Rey celebró a su patrona con una misa que se realizó en la gruta ubicada en avenida Bolivia casi canal, de esta ciudad.
El oficio religioso estuvo a cargo del párroco Gastón Cuello quien destacó la felicidad de los feligreses al volver a reencontrarse en una celebración presencial, en esta ocasión en honor a la Madre María.
«Quiero compartir la alegría de volvernos a encontrar después de mucho tiempo, ya que andábamos como escondidos haciendo las celebraciones en distintas casas a puertas cerradas. Hoy es la primera vez que nos reunimos luego de que se decretara el aislamiento social obligatorio y es lindo porque lo hacemos en torno a María, quien siempre estuvo acompañando a los apóstoles, a su hijo y a la iglesia en todo momento. Ella es la luz que nos está protegiendo, la luz que nos atrae hacia su hijo», destacó el sacerdote.
Asimismo recordó que la primera aparición de la Virgen en la advocación de Rosa Mística fue ante una enfermera.
«Hoy cuando enfermeros y médicos están luchando para salvar vidas pedimos su presencia de Madre para que proteja a cada uno de éstos hermanos que están ayudando y sacrificándose en este momento tan complejo».
«Necesitamos un espíritu de oración en este momento para poder ir saliendo -continuó- aquel que se une a la oración, se une a María, a los apóstoles y a su hijo y nos vamos reconociendo como hermanos. Nuestra madre también nos pide un espíritu de reparación para sanar esos daños o pecados personales y sociales. Nos pide sacrificio y es necesario no desoir los mensajes porque todo esto es para la ayuda de cada uno de nosotros y eso se logra con un cambio profundo en nuestro interior», expresó.
Durante la ceremonia se recordó a los primeros vecinos que trabajaron para construir la gruta de Rosa Mística y se bendijo a una de sus fieles que celebraba sus 80 años de vida.
Con profunda devoción la pequeña comunidad de Rosa Mística volvió a reunirse en torno a su Patrona con el compromiso de estar cerca de su Madre y seguir trabajando por ese espacio donde se encuentra consuelo y esperanza, donde sobra el amor y la fe.