Por primera vez desde que se fundó la coalición que primero se llamó Cambiemos y luego Juntos por el Cambio, la conducción transversal se reunió sin Mauricio Macri y ningún “macrista paladar negro”, porque tampoco estuvieron el ex jefe de Gabinete, Marcos Peña, ni el ex secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis.
Tampoco estuvo el titular del bloque PRO en Diputados, Cristian Ritondo, que está de viaje, ni del bloque PRO en Senado, Humberto Schiavoni, también fuera de la Ciudad. Mucho menos la ex gobernadora María Eugenia Vidal, de vacaciones con sus hijos. En cambio, sí estuvo el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, y los otros tres gobernadores de la UCR, Gerardo Morales (Jujuy), Rodolfo Suárez (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes).
También estuvieron la futura presidenta del PRO, Patricia Bullrich; el ex candidato a vicepresidente Miguel Angel Pichetto; el presidente del Juntos por el Cambio en el Senado, Luis Naidenoff. Y los anfitriones, el presidente del interbloque, Mario Negri; el presidente del bloque UCR, Alfredo Cornejo, y el vicepresidente de la Cámara, Alvaro González.
Ademas, claro, del presidente de la Coalición Cívica (CC), Maximiliano Ferraro, y el presidente del bloque de la CC, Juan Manuel López.
El encuentro, en rigor, se iba a realizar en Bolívar 1, la sede oficial del Gobierno porteño, y después en Balcarce 412, el edificio del PRO. Allí se había preparado todo para recibir al grupo de dirigentes, incluso se había cerrado un piso para que pudieran trabajar con comodidad y sin interferencias.
Pero el grupo de legisladores prefirió quedarse en la Cámara para estar atentos a la reunión de Comisión de Finanzas donde se trataría el proyecto de renegociación de la deuda que envió el Ejecutivo en extraordinarias y estaba en plena negociación con el oficialismo para introducir cambios en el proyecto que llegará mañana al recinto.
“Las provincias tienen la necesidad de hacer oír su voz y nuestra obligación es acompañarlos”, dijo Bullrich en diálogo con Infobae. También reconoció que hubo demasiado tiempo para coordinar agendas, pero “lo importante es sentar posición y mostrarnos juntos”.
No es fácil para el grupo organizarse en este momento de transición, cuando antes era la Casa Rosada la que imponía días, hora y lugar para los encuentros, además de que se encargaba de la comunicación de la reunión. La vorágine, sin embargo, los empuja a moverse y ocupar los espacios que están vacíos, en un contexto donde la agenda la impone el Gobierno que, reconocen, plantea un “buen clima de convivencia, dejando que los vínculos políticos discurran con bastante naturalidad, en la búsqueda de acuerdos”.
Por eso mismo, la designación como Procurador General de la Nación de Daniel Rafecas es todo un desafío para la nueva oposición, ya que debe ser aprobada por el Senado, donde el oficialismo no tiene los dos tercios, un debate que llegaría al recinto en el mes de abril, aproximadamente. Trascendió que no quieren fijar aún una posición pública sobre esa candidatura porque quieren escucharlo primero.
En la reunión de este lunes, la conducción de JxC se comprometió a votar juntos, por sí o por no. El Gobierno buscará dividirlos, presionando a los gobernadores, que siempre son el hilo más débil a la hora de hacer oposición. Todavía falta, pero saben que ese momento será una verdadera prueba de fuego para Juntos por el Cambio, un mensaje muy claro no sólo para el oficialismo, sino también para el propio electorado, ese casi 41% que votó por Macri-Pichetto más allá de la crítica situación económica.
En este contexto, no dejó llamar la atención que Macri haya elegido anunciar la presidencia ejecutiva de la Fundación de la FIFA en el día de hoy. Pero nadie quiso hacer ningún comentario al respecto.